El huracán Beryl, de categoría 4, ha causado una destrucción casi total en las islas de Carriacou y Pequeña Martinica, en Granada, y se dirige hacia Jamaica. La Agencia Nacional de Gestión de Desastres de Granada (Nadma, en inglés) reporta que aproximadamente el 98% de las infraestructuras de estas islas están dañadas o completamente destruidas, según informó su coordinador, Terence Walters.
Durante una conferencia de prensa transmitida a través de las redes sociales gubernamentales, Walters señaló que estas islas carecen de electricidad, agua potable y servicio de telefonía móvil. El primer ministro de Granada, Dickon Mitchell, confirmó la «destrucción total» de la red eléctrica y de comunicaciones, tras el impacto del huracán el lunes pasado.
Mitchell destacó que los daños en Granada son mínimos en comparación con la devastación total en Carriacou y Pequeña Martinica. Las estructuras públicas, residenciales y comerciales han sufrido daños severos, y la agricultura y vegetación han sido completamente arrasadas. Además, los barcos y marinas también han sido gravemente afectados, y se han habilitado refugios para la población afectada.
En Carriacou y Pequeña Martinica sigue vigente el estado de emergencia, mientras que en la isla principal de Granada, menos afectada, ya ha sido levantado. El huracán Beryl ha cobrado la vida de tres personas en distintas islas de Granada, una en San Vicente y las Granadinas, y tres en Venezuela.
El Centro Nacional de Huracanes (NHC, en inglés) de Estados Unidos informa que Beryl se desplaza ahora hacia Jamaica como un ciclón de gran intensidad, y se espera que posteriormente se dirija hacia México y Belice. Con vientos máximos sostenidos de 230 kilómetros por hora, Beryl continúa siendo un sistema peligroso.
Las alertas de huracán incluyen Jamaica, las Islas Caimán, la costa sur de Haití y la Península de Yucatán en México, según el último boletín del NHC.
