El año 2023 ha sido un año de récords climáticos, con el verano más caluroso desde que hay registros y el mes de octubre con las cifras más altas jamás registradas.
El año más caluroso
Esta tendencia creciente se debe a la intensificación del calentamiento global, tanto a nivel atmosférico como en los océanos. El calentamiento del océano implica que este tendrá menos capacidad para actuar como sumidero de carbono.
Otro factor que ha contribuido al aumento de las temperaturas este año ha sido el fenómeno meteorológico de El Niño, que se caracteriza por aumentar las temperaturas considerablemente a nivel mundial durante los periodos en que este se instaura.
Estos impactantes récords de temperatura vienen acompañados de una triste realidad: el umbral climático de 1,5ºC sobre el nivel preindustrial fijado en el Acuerdo de París de 2015 está a punto de ser rebasado.
Planeta sobrecalentado
Un planeta sobrecalentado altera la dinámica atmosférica y, por tanto, comporta la llegada de fenómenos meteorológicos no solamente más frecuentes sino también más extremos, como la sequía o los huracanes. Las olas de calor y los incendios, además, seguirían siendo una realidad con la que tendríamos que convivir.
Las contundentes cifras de este año llegan poco antes del inicio de la COP28, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2023, que este año tendrá lugar en Emiratos Árabes Unidos del 30 de noviembre al 12 de diciembre.
Esta cumbre será una oportunidad para que los países tomen medidas urgentes para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y limitar el calentamiento global.:
Los récords climáticos registrados en 2023 son una señal alarmante del impacto del cambio climático. Es necesario tomar medidas urgentes para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y limitar el calentamiento global.
Estas medidas deben ser globales y coordinadas, y deben implicar a todos los sectores de la sociedad.
Por: Patricio Álvarez