Habitantes de Las Piedras, Las Pilas y otras comunidades indígenas del municipio de San Felipe Orizatlán solicitan la intervención de las autoridades estatales y federales debido a la contaminación del río San Pedro. Esta situación ha sido provocada por el estancamiento del agua a causa de costales de tierra y piedras, supuestamente colocados por empleados del ayuntamiento para construir un dique en la comunidad de Las Víboras.
El estancamiento ha causado la proliferación de sargazo y la contaminación de la escasa cantidad de agua en el río, cuyo nivel es de apenas 40 centímetros. Según los vecinos de las comunidades afectadas, esta situación provocó la muerte de numerosas mojarras y otros peces a finales de mayo, lo que generó mal olor y enjambres de moscas.
A pesar de que los vecinos realizan labores semanales para retirar el sargazo y en su momento removieron los peces muertos, el agua se ha vuelto verdosa y pestilente debido a la falta de circulación, causada por los costales de piedra y tierra que impiden su libre flujo.
El río San Pedro nace en el municipio de Tlanchinol, en la sierra hidalguense, atraviesa San Felipe Orizatlán en la región de la Huasteca y llega hasta el estado de San Luis Potosí, donde cambia de nombre a río Chalchicuautla. Además de las altas temperaturas de hasta 40 grados centígrados y la sequía por la falta de lluvias, el problema de la contaminación del río se agrava por el vertido de aguas residuales en la parte del afluente que se encuentra en los límites de San Felipe Orizatlán, Hidalgo, con San Martín Chalchicuautla, San Luis Potosí.
Desde hace dos años, el diputado local potosino Eloy Franklin Sarabia, del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), ha señalado la existencia de drenajes de viviendas que desembocan en el río desde el lado de San Felipe Orizatlán, a pocos kilómetros de los límites con San Martín Chalchicuautla. El 16 de junio de 2022, el legislador exhortó desde la tribuna del Congreso de San Luis Potosí a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) para que «investiguen, sancionen y reparen el daño ecológico y ambiental causado por el municipio de San Felipe Orizatlán, Hidalgo».
El legislador mostró varios videos y fotos donde se ve un drenaje vertiendo agua negra en el río San Pedro. A dos años de su pronunciamiento, el problema de la contaminación del río San Pedro persiste.
Los pobladores han señalado desde 2021 que la tubería del drenaje de la comunidad de El Llamo está dañada, lo que provoca que el agua residual se esparza y llegue al río San Felipe. Situaciones similares ocurren con tuberías en mal estado en el municipio de Huejutla.
Otro factor de contaminación es el saqueo de material pétreo del río en el municipio de Huazalingo, donde, según los residentes, comerciantes de cemento, arena y grava lo extraen de forma clandestina.
La situación demanda una intervención urgente para proteger la salud de las comunidades y el medio ambiente en la región.
Con información de La Jornada