En respuesta a la reciente ola de violencia que ha sacudido el puerto de Acapulco, el jueves arribaron 180 elementos del Ejército mexicano procedentes de Oaxaca. El contingente, compuesto por dos jefes, ocho oficiales y 170 elementos de tropa, tiene como objetivo reforzar la seguridad en las zonas de mayor índice delictivo del puerto.
Las colonias de Progreso, Zapata y Renacimiento, así como algunas áreas turísticas, serán patrulladas por estos efectivos militares. La decisión de incrementar la presencia militar en estas zonas responde a una serie de violentos incidentes registrados en las últimas semanas.
El 18 de junio, cuatro cuerpos desmembrados fueron hallados en la colonia Fidel Velázquez, mientras que el 15 de junio, en la playa Condesa, se encontró el cuerpo decapitado de un hombre, cuya cabeza fue ubicada posteriormente en la avenida Farallón, en la Costera Vieja, cerca del fraccionamiento Magallanes. Asimismo, el 13 de junio, una cabeza humana fue abandonada en una hilera de unicel en el malecón de la Costera Miguel Alemán, en las inmediaciones del Zócalo de Acapulco.
Estas acciones delictivas han subrayado la urgente necesidad de una intervención militar para devolver la tranquilidad a los habitantes y visitantes de Acapulco. Con la llegada de estos 180 militares, se espera una reducción significativa en los actos violentos y una mejora en la percepción de seguridad en el puerto guerrerense.