El Ministerio de Defensa ruso anunció este martes el comienzo de la “segunda fase” de las maniobras militares con armas nucleares no estratégicas. Se trata de un “entrenamiento conjunto” de los ejércitos de Rusia y Bielorrusia con objeto de adiestrar al personal militar en el uso de este tipo de armamento para “garantizar de forma incondicional la soberanía y la integridad nacional”.
La planeación de estas maniobras con armas nucleares tácticas se anunció a principios de mayo como medida contra “afirmaciones provocativas” y “amenazas” contra Moscú expresadas por “funcionarios occidentales”, como el Kremlin calificó las declaraciones del presidente de Francia, Emmanuel Macron, sobre el despliegue de tropas en Ucrania.
El portavoz del Gobierno ruso, Dimitri Peskov, había manifestado que “han hablado de su intención de enviar contingentes armados a Ucrania, es decir, de exponer a los soldados de la OTAN ante el ejército ruso”, para concluir que al tratarse de “una escalada de tensión completamente nueva” y “sin precedentes”, era necesario adoptar “medidas especiales”.
El portavoz de Exteriores de la Unión Europea, Peter Stano, ha calificado estos ejercicios de “irresponsables” y una prueba más de que Rusia pretende intensificar su ofensiva contra Ucrania.