La Secretaría de Salud (Ssa) ha confirmado que un equipo de expertos del sector ha determinado que la persona identificada con influenza A (H5N2) “no murió a causa de este virus, sino como consecuencia de padecimientos crónicos que generaron un choque séptico”. Las enfermedades que padecía “eran de larga evolución y provocaron condiciones que favorecieron la falla de varios órganos”, concluyeron los especialistas.
Christian Lindmeier, vocero de la Organización Mundial de la Salud (OMS), reconoció en una conferencia de prensa en Ginebra, Suiza, que el primer deceso en el mundo a causa de la gripe aviar H5N2, detectado en México, ocurrió en realidad por “causas multifactoriales”. Enfatizó que “fue una muerte debida a un conjunto de factores, no atribuible al virus H5N2”.
Esto se comunicó después de que el secretario de Salud, Jorge Alcocer, criticara el primer comunicado emitido por la OMS el pasado miércoles, en el que se aseguró que la muerte de un hombre de 59 años en la Ciudad de México era el primer deceso ocasionado por el virus de la gripe aviar en humanos.
La Ssa insistió en que no existen riesgos para la población e informó que hasta la fecha “son negativas todas las pruebas de los contactos relacionados con el caso de estudio y, debido a que no se ha identificado la fuente de infección, la investigación continúa y se mantiene la colaboración y comunicación intersectorial entre salud ambiental, salud humana y salud animal, en el marco de la estrategia Una Salud”.
El caso involucró a un hombre de 59 años con enfermedad renal crónica, diabetes tipo 2 e hipertensión arterial sistémica de más de 14 años de evolución, residente del Estado de México. Como parte del protocolo de atención médica se le tomaron muestras para virus respiratorios, identificándose el virus de influenza A (H5N2) tras análisis en laboratorios especializados de la Ssa.
El grupo multidisciplinario que realizó la investigación y el análisis de la defunción incluyó expertos de diversas instituciones, como la Comisión Coordinadora de Institutos Nacionales de Salud y Hospitales de Alta Especialidad (CCINSHAE), el Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades (Cenaprece), la Dirección General de Información en Salud, la Dirección General de Epidemiología y la Dirección General de Promoción de la Salud de la Secretaría de Salud, con especialidades en epidemiología, infectología, neumología, microbiología y medicina crítica, entre otras.
También colaboraron especialistas de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), la Marina Armada de México (Semar), el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Servicios de Salud IMSS-Bienestar y Petróleos Mexicanos (Pemex), así como la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), a través del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), mediante la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), el Colegio de la Frontera Sur, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el Hospital Español de México.
