La importancia de la salud sexual es incuestionable, trasciende edad, género u orientación sexual. Sin embargo, persisten mitos y concepciones erróneas que obstruyen el acceso a información y servicios necesarios para mantener una salud sexual óptima.
Mito 1: ITS y su relación con la actividad sexual
Realidad: Las Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) no discriminan por edad, género o número de parejas sexuales. Aunque son más comunes entre los 15 y 24 años, cualquier persona sexualmente activa puede verse afectada. Las ITS se propagan por contacto sexual (vaginal, anal u oral), e incluso a través de la sangre (agujas compartidas o transfusiones).
Ejemplos comunes incluyen clamidia, gonorrea, sífilis, herpes genital, VPH y VIH/SIDA.
Mito 2: La protección absoluta del condón
Realidad: Si bien los condones son efectivos para prevenir ITS, no garantizan una protección del 100%. Roturas o deslizamientos pueden ocurrir, especialmente si no se usan correctamente. Algunas ITS, como el herpes genital o el VPH, pueden transmitirse por contacto con la piel no cubierta por el condón.
La doble protección (condón + espermicida) o la abstinencia son métodos complementarios importantes.
Mito 3: La masturbación y su impacto en la salud
Realidad: La masturbación es una práctica sexual segura y saludable que ofrece placer y satisfacción. No existe evidencia científica que respalde su perjuicio para la salud. Por el contrario, tiene beneficios como la reducción del estrés, mejora del estado de ánimo, prevención de infecciones urinarias y aumento del deseo sexual.
Estar informado sobre estos mitos es crucial para tomar decisiones informadas sobre la salud sexual y el bienestar. En caso de dudas, buscar orientación profesional en salud es fundamental.
La educación en salud sexual es esencial para contrarrestar mitos arraigados y promover el acceso a información precisa y servicios necesarios para el cuidado sexual. Recordemos que el conocimiento y la comprensión adecuados nos capacitan para tomar decisiones informadas y responsables sobre nuestra salud sexual y bienestar general.
Si requieres asesoramiento o tienes preguntas sobre salud sexual, siempre es recomendable consultar a profesionales de la salud especializados en este ámbito.
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