En un país donde los diagnósticos de trastornos de salud mental pueden tardar hasta 14 años, existe una preocupación creciente por la falta de conciencia sobre el autismo en la vida adulta. El autismo, un término que abarca los Trastornos del Espectro Autista (TEA), se caracteriza por dificultades en la comunicación, habilidades sociales, aprendizaje y movilidad.
Según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, estos trastornos pueden tener un impacto significativo en la vida de las personas afectadas. Sin embargo, debido a la escasa conciencia sobre el autismo en adultos y a la falta de percepción de las dificultades como parte de un trastorno, hay muchas personas viviendo en el espectro sin saberlo y, en consecuencia, sin recibir el tratamiento adecuado.
El Instituto Nacional de Salud Mental de Estados Unidos ha destacado una serie de señales que pueden indicar la presencia de autismo en la vida adulta. Estas señales incluyen contacto visual limitado o inconsciente, dificultades en la escucha y la atención, problemas para expresar intereses y emociones, así como desafíos en las conversaciones y dificultades para establecer amistades, entre otros.
Es importante señalar que estas señales no deben sustituir un diagnóstico profesional, el cual requiere evaluaciones exhaustivas. Los TEA se clasifican en categorías de acuerdo con su gravedad (leve, moderada y severa), y su tratamiento y apoyo dependen en gran medida de su grado de afectación. En algunos casos, la condición puede ser incapacitante.
A medida que aumenta la conciencia sobre el autismo en la vida adulta, se espera una mejora en la identificación y el tratamiento oportuno de las personas que viven con esta condición en la sociedad.
Por: Ingrid Castillo