El CEO de OpenAI, Sam Altman, ha iniciado una búsqueda de fondos para materializar un proyecto visionario: la creación de una red global de fábricas de chips destinados a la inteligencia artificial (IA). Este movimiento estratégico busca reducir la dependencia actual de OpenAI de NVIDIA, la principal beneficiaria en la carrera de la IA.
La carrera por fondos e inversionistas
Altman se encuentra inmerso en conversaciones con inversores y fabricantes, incluido el gigante TSMC, para recaudar los «miles de millones de dólares» necesarios para llevar a cabo este ambicioso proyecto. La idea es establecer una nueva empresa de chips centrada en el desarrollo de semiconductores para la creación y entrenamiento de modelos de IA, donde OpenAI sería su principal cliente.
Posibles aliados y contactos clave
Bloomberg y Financial Times revelan que Altman ha mantenido conversaciones con importantes actores del sector, como SoftBank Group Corp y G42, un holding de desarrollo de IA con acuerdos previos con Microsoft y OpenAI. Se rumorea que Altman también se ha puesto en contacto con TSMC para explorar una asociación estratégica en la producción de chips.
A pesar de la falta de detalles sobre la cantidad exacta que Altman está buscando recaudar y la estructura empresarial del nuevo proyecto, se especula que la inversión necesaria podría oscilar entre 8.000 y 10.000 millones. La relación con inversores y fabricantes de Oriente Medio, incluyendo el jeque Tahnoon bin Zayed al-Nahyan, destaca como parte integral de estas gestiones.
Un movimiento estratégico en un momento clave
Los movimientos de Altman surgen en un momento estratégico para OpenAI y la industria en general. La creciente demanda de chips para el desarrollo de modelos de IA, sumada a la escasez de componentes, hace que esta iniciativa sea crucial. Altman busca no solo cubrir las necesidades de OpenAI sino también competir con NVIDIA, cuyo valor superó el billón de dólares en 2023 gracias a su posición dominante en la producción de GPU.
Aunque el proyecto de Altman aún está en las primeras etapas, su apuesta por una red global de fábricas de chips marca una estrategia significativa para el futuro de OpenAI. Sin embargo, enfrentará desafíos considerables, desde la obtención de la financiación necesaria hasta la construcción de alianzas sólidas con fabricantes clave en un mercado caracterizado por la competitividad y la innovación constante.
Te puede interesar: Sam Altman se une a Microsoft para liderar un equipo de investigación de IA