¿Imaginas vivir en una casa que se mantiene cálida en invierno sin usar calefacción y fresca en verano? Esto es lo que ofrece una vivienda «pasiva»: un espacio habitable que mantiene temperaturas confortables todo el año con un consumo mínimo de energía.
El problema de las emisiones de dióxido de carbono
En la mayoría de las regiones del mundo, especialmente en climas templados y fríos, calentamos nuestros hogares y lugares de trabajo con combustibles fósiles como el gas o el petróleo. Por ejemplo, en Alemania, alrededor del 80% de la calefacción proviene de estos recursos. Esto genera una gran cantidad de gases de efecto invernadero que contribuyen al cambio climático. En 2023, se estimó que el 40% de todas las emisiones de dióxido de carbono en Alemania provenían del sector de la construcción.
El concepto detrás de una vivienda pasiva
Una vivienda pasiva es una casa que casi no necesita energía externa para calentarse. Se calienta de forma pasiva, es decir, a través de su propia estructura y diseño, y retiene el calor de manera eficiente.
Calor se genera naturalmente en el hogar al cocinar, ducharse o usar electrodomésticos, así como por el calor corporal de los residentes. Además, las ventanas permiten la entrada de luz solar, que también aporta calor.
Estas viviendas están diseñadas para «atrapar» el calor y mantenerlo dentro, lo que reduce la necesidad de usar radiadores y disminuye las emisiones de gases de efecto invernadero. También se traduce en menores costos de calefacción.
Ahorro significativo de energía
Una vivienda pasiva requiere alrededor de un 90% menos de energía para calefacción en comparación con un edificio antiguo y un 75% menos que una construcción moderna típica. Solo se necesitan aproximadamente 1.5 litros de petróleo o 1.5 metros cúbicos de gas natural por metro cuadrado de superficie habitable al año para la calefacción, lo que equivale a 15 kilovatios hora (kWh). En las construcciones convencionales, la calefacción puede costar hasta diez veces más, aproximadamente 150 kWh por metro cuadrado.
Por ejemplo, para calentar una habitación de 30 metros cuadrados en una vivienda pasiva, incluso en temperaturas invernales frías, solo se necesitarían diez velas de té o cuatro personas en la habitación.
¿Cómo funciona una vivienda pasiva?
Para evitar la pérdida de calor, una vivienda pasiva está rodeada de un grueso aislamiento térmico que protege tanto del frío invernal como del calor veraniego. Las ventanas son de triple acristalamiento, lo que garantiza un alto nivel de aislamiento.
Además del aislamiento, la casa está recubierta con una capa hermética que impide la entrada de aire frío por huecos o grietas y evita que el aire caliente escape al exterior. Los marcos de ventanas y puertas también están diseñados para evitar la fuga de calor.
Otro componente clave es un sistema de ventilación eficiente que permite la entrada de aire fresco filtrado y la salida de aire viciado sin perder calor en invierno. En verano, el sistema puede ajustarse para enfriar el aire fresco con el aire interior. Como en cualquier hogar, abrir ventanas por la noche para dejar entrar aire fresco es una buena idea.
Distribución de casas pasivas en el mundo
Las casas pasivas se pueden encontrar en una variedad de formas, desde edificios unifamiliares hasta bloques de apartamentos de varios pisos. Los edificios de oficinas, administrativos, escuelas e iglesias también se están construyendo cada vez más como casas pasivas en todo el mundo.
Los edificios pasivos pueden generar su propia energía renovable a través de sistemas solares y geotérmicos, lo que los hace aún más sostenibles y eficientes.
Las casas pasivas son una solución eficiente y sostenible que reduce la dependencia de los combustibles fósiles y disminuye las emisiones de gases de efecto invernadero. Además, ofrecen un ahorro significativo de energía y costos, y proporcionan un entorno interior cómodo y saludable. En el futuro, la construcción de viviendas pasivas podría convertirse en un estándar en la industria de la construcción, contribuyendo significativamente a la lucha contra el cambio climático.