El gigante estadounidense Liberty Media, dueño de la Fórmula 1, ha dado un golpe de efecto al adquirir Dorna Sports, la empresa que posee los derechos de MotoGP.
Por su contenido erótico, sangriento y violento la cinta de Robert Eggers ha sido catalogada como un filme para adultos y el ingreso es restringido a menores de edad