Las películas de Yorgos Lanthimos no son para todos. Son obras de arte que, a la vez que seducen con su estética impecable, perturban con su narrativa inusual y personajes complejos.
Por su contenido erótico, sangriento y violento la cinta de Robert Eggers ha sido catalogada como un filme para adultos y el ingreso es restringido a menores de edad