La menopausia es una etapa natural en la vida de todas las mujeres que marca el cese de la menstruación por un período continuo de al menos 12 meses. A menudo, se asocia con un declive sexual, pero esta transición también puede ser vista como un nuevo capítulo para el autoconocimiento y el cuidado personal. Además, existen opciones para mantener la salud sexual en esta etapa.
Entender la menopausia
La menopausia se produce por una disminución en las hormonas ováricas, principalmente estrógeno y progesterona. También puede desencadenarse de forma temprana por procedimientos médicos como la extirpación quirúrgica de los ovarios o la radioterapia pélvica.
Estos cambios hormonales pueden afectar tanto la anatomía genital como los niveles emocionales y mentales. A nivel físico, las mujeres pueden notar sequedad vaginal y pérdida de elasticidad, lo que puede dificultar la penetración. Además, hay cambios en la microbiota vaginal y en el pH, lo que puede llevar a infecciones recurrentes como la candidiasis.
Estos síntomas forman parte del «síndrome genitourinario de la menopausia», que puede deteriorar la calidad de vida de quienes lo experimentan.
¿Tiene la vida sexual una fecha de caducidad?
La respuesta es no. El desafío radica en conocer los síntomas y su impacto en la calidad de vida para ofrecer tratamientos apropiados.
Hasta recientemente, los profesionales de la salud carecían de herramientas para evaluar los síntomas vaginales que afectan la sexualidad. En respuesta a esta necesidad, profesoras de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) diseñaron un instrumento para medir las alteraciones en la penetración vaginal, ayudando a los profesionales de la salud a ofrecer tratamientos específicos para cada mujer.
Recomendaciones prácticas
Aquí tienes algunos consejos sencillos para mitigar los síntomas:
- Higiene íntima: Es importante mantener la zona perineal limpia utilizando solo agua o un jabón íntimo con pH ácido. Evita usar jabón de higiene corporal.
- Ropa cómoda: La ropa interior de algodón permite que la humedad no se acumule en la vulva, manteniendo una microbiota saludable.
- Lubricante vaginal: Puede reducir la fricción causada por la sequedad vaginal, aliviando el dolor y la irritación. El pH debe estar entre 3,8 y 4,5, y la osmolaridad por debajo de 370 mOsm/kg.
Tratamientos innovadores
Hay dos terapias no invasivas que están demostrando cambios positivos y duraderos en la salud sexual de las mujeres en la menopausia:
- Láser de CO₂ vaginal: Esta técnica utiliza microablación para estimular la producción de colágeno y regenerar el tejido vaginal. Aunque tiene un costo elevado, se ha demostrado que restaura el epitelio vaginal y mejora la flora vaginal.
- Radiofrecuencia no ablativa: Esta técnica emite ondas electromagnéticas que generan calor, estimulando la producción de colágeno. Es menos invasiva que el láser de CO₂ y se administra con la ayuda de fisioterapeutas especializados en salud pélvica.