Un estudio reciente realizado en Suecia ha encontrado que las personas que padecen hipocondría, un trastorno de ansiedad por enfermedad, tienen un mayor riesgo de muerte prematura que aquellas que no lo padecen.
El estudio, publicado en la revista The Lancet Psychiatry, siguió a más de 42.000 personas durante 20 años. Los investigadores descubrieron que las personas con hipocondría tenían un 22% más de probabilidades de morir por cualquier causa que las personas sin el trastorno.
El riesgo de muerte prematura era aún mayor entre las personas con hipocondría que habían sido diagnosticadas con una enfermedad física grave. Estas personas tenían un 34% más de probabilidades de morir que las personas con una enfermedad física grave que no tenían hipocondría.
Los investigadores no están seguros de las razones por las que los hipocondríacos tienen un mayor riesgo de muerte prematura. Una posible explicación es que la ansiedad y el estrés asociados con la hipocondría pueden dañar la salud física.
Otra posible explicación es que las personas con hipocondría tienen más probabilidades de evitar la atención médica, lo que puede retrasar el diagnóstico y el tratamiento de enfermedades graves.
¿Qué pueden hacer los hipocondríacos para reducir su riesgo de muerte prematura?
Los investigadores recomiendan que las personas con hipocondría busquen tratamiento para su trastorno. El tratamiento puede ayudar a reducir la ansiedad y el estrés asociados con la hipocondría, lo que puede mejorar la salud física general.
Los hipocondríacos también deben asegurarse de recibir atención médica regular. Esto ayudará a detectar y tratar cualquier enfermedad física subyacente lo antes posible.
Consejos para reducir el riesgo de muerte prematura si tienes hipocondría
- Busca tratamiento para tu trastorno. El tratamiento puede ayudarte a reducir la ansiedad y el estrés asociados con la hipocondría.
- Asegúrate de recibir atención médica regular. Esto ayudará a detectar y tratar cualquier enfermedad física subyacente lo antes posible.
- Adopta un estilo de vida saludable. Esto incluye una dieta equilibrada, ejercicio regular y evitar fumar y el consumo excesivo de alcohol.
- Aprende a relajarte. Hay muchas técnicas de relajación que pueden ayudarte a reducir la ansiedad y el estrés.
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