Diversos estudios continúan analizando las posibles correlaciones entre el consumo de la pastilla anticonceptiva, el omeprazol y los antibióticos con el cáncer de colon, cáncer de mama y cáncer de estómago. El cáncer es una de las principales causas de mortalidad a nivel mundial, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), con 1,4 millones de muertes en 2020, y el 47% de los casos detectados en personas de 69 años o más jóvenes.
En México, el cáncer es la tercera causa de muerte, informa la Secretaría de Salud, con una esperanza de vida de alrededor de 63 años y 14 de cada 100 mexicanos falleciendo por esta enfermedad. Las causas del cáncer son diversas, incluyendo mutaciones genéticas de nacimiento o adquiridas después del nacimiento. Actualmente, se investiga la posible relación entre el consumo de la píldora anticonceptiva, el omeprazol y los antibióticos y la aparición de cáncer.
Los tipos de cáncer más diagnosticados en mujeres incluyen el de mama (30.7%), pulmón (10.3%), colorrectal (9.6%) y cuerpo uterino (6.4%), según la OPS. Las píldoras anticonceptivas, que contienen estrógeno y progestina, están clasificadas en el grupo 1 en la lista del Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (IACR), dependiente de la Organización Mundial de la Salud.
El Instituto Nacional del Cáncer señala que los estudios sobre la relación entre los anticonceptivos orales y el riesgo de cáncer se basan en observaciones y no pueden establecer una relación de causa y efecto definitiva, aunque existen pruebas.
Por ejemplo, un estudio con 150,000 mujeres concluyó que aquellas que habían consumido anticonceptivos orales tenían un 7% de aumento relativo en el riesgo de cáncer de seno en comparación con las que nunca los habían usado. Sin embargo, este riesgo disminuyó después de suspender su uso, incluso a largo plazo. A pesar de ello, se recomienda monitorear su uso debido a posibles efectos secundarios.
En el caso del omeprazol, un inhibidor de la bomba de protones (IBP) utilizado para tratar la acidez estomacal, su consumo excesivo se ha relacionado con un mayor riesgo de cáncer de estómago, según un estudio dirigido por Wai Keung Leung. Tomar IBP durante al menos tres años se asocia con el doble de riesgo de desarrollar un tumor maligno, aunque aún falta evidencia científica definitiva.
En cuanto a los antibióticos, estudios han sugerido que un consumo excesivo puede aumentar el riesgo de cáncer de colon, especialmente en personas menores de 50 años. Sin embargo, la intención de estos estudios no es desalentar su uso, sino promover un consumo responsable.
A pesar de la investigación en curso, aún no se ha llegado a una conclusión definitiva sobre las correlaciones entre estos medicamentos y el cáncer. Se recomienda seguir medidas preventivas generales, como evitar la exposición excesiva al sol, someterse a exámenes para detectar el cáncer y consultar con un médico sobre el consumo de medicamentos y la presencia de síntomas. La OPS considera que un tercio de los casos de cáncer podría prevenirse mediante la reducción del consumo de alcohol y tabaco, una dieta saludable y la actividad física.
Por: Ingrid Castillo
