La reacción de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) a la renuncia de Arturo Zaldívar es, en general, de esperarse. El máximo tribunal se limita a citar el texto de la renuncia y a recordar el artículo constitucional que establece los requisitos para la renuncia de un ministro.
Sin embargo, es importante destacar que la SCJN no menciona ninguna comunicación interna entre los ministros sobre la renuncia de Zaldívar. Esto podría interpretarse como una señal de que la renuncia fue una decisión unilateral de Zaldívar, y no fue discutida ni aprobada por el pleno de la Corte.
La SCJN también recuerda que las renuncias de los ministros solo procederán por causas graves. Esto significa que el presidente Andrés Manuel López Obrador deberá aceptar la renuncia de Zaldívar y enviarla al Senado para su aprobación.
Si el Senado aprueba la renuncia de Zaldívar, el presidente López Obrador deberá nombrar a un nuevo ministro para ocupar su lugar. El nombramiento de un nuevo ministro será un momento clave para el futuro de la SCJN. El nuevo ministro tendrá la oportunidad de influir en la dirección de la Corte y en su relación con el gobierno.
En conclusión, la reacción de la SCJN a la renuncia de Arturo Zaldívar es una reacción mesurada y que se limita a cumplir con lo establecido en la Constitución. Sin embargo, la renuncia de Zaldívar es un acontecimiento significativo que tendrá un impacto importante en el sistema político mexicano.
