LA SECUELA QUE SE RÍE DE LA PRIMERA… Y DE SUS FANS.
Arriesgada segunda parte que tras una primera película inesperadamente exitosa, le es asignado mucho más presupuesto para aprovechar la inercia. Solo que como ha sucedido en otros casos, la producción se vuelve loca con los “nuevos recursos”, la historia se sale de control y caen en innecesarios romanceos sobre el concepto central llenándola de excesos y caprichos, que siguen sin contestar los cuestionamientos básicos del “qué y el por qué”.
El corazón de la historia es brutal: una especie de ente salta de un cuerpo al otro, después de “forzar” al primero a suicidarse enfrente del nuevo recipiente, esto después de torturarlo y hacerle ver alucinaciones los días previos. Todo esto utilizando una maquiavélica sonrisa.
Es un plot sólido y a la vez terrorífico, solo que a lo que no le dedican tiempo es a explicar la esencia de este ente o demonio y más importante aún… el por qué.
Destaca como el “demonio” controla a la protagonista y le quita los “reflectores”, convirtiéndola en una vil títere. Es interesante la teoría de cómo los traumas destruyen las mentes y controlan sus acciones a raíz de conocer al ente.
Las muertes son explícitas y con un alto nivel de agresividad, lo que hace que la experiencia sea aterrante. Un recurso que mantuvieron de la original es el cansado viaje entre los sueños y la realidad, es decir, cuando la protagonista vive momentos sangrientos y shockeantes que acaban siendo producto de su imaginación; usarlo una vez es correcto, usarlo en exceso le quita elocuencia. Algunos de estos momentos están sumergidos en un surrealismo que acaban impactando por su crudeza, solo que por su repetitivo uso crean confusión.
En la locura del gran presupuesto, la narrativa pasa de ser algo indie como la original a una película de estudio, con mucho casting, números musicales, albercas de sangres, exquisita violencia y más efectos que no destacan en la pantalla al no haber sido solidificada la premisa.
Es muy inesperado que el final esté lleno de tintes de Body Horror utilizados con mesura, que crean una atmosfera surreal y a la vez impactante.
Para beneplácito de los seudo analistas que aman las palabras “franquicias y entregas”, SMILE 2 deja claro que la historia no ha acabado. El final deja la puerta muy abierta para secuelas y muchas más aventuras del ente, ya que al haber sucedido en un concierto en una Arena de Espectáculos con transmisión en vivo por redes sociales, es posible que el ente ahora se reproduzca al por mayor, lo que pronostica nuevas historias saturadas de sangre y violencia.
AUN ASÍ, DESPUÉS TODOS LOS EXCESOS, LOS HUECOS EN LA HISTORIA Y LAS CONFUSIONES… LA PELICULA ES MUY DISFRUTABLE.
La angustia que vive la protagonista es fascinante, la forma en que pierde la cabeza, se arranca el pelo en sus ataques de histeria y la transformación por la que atraviesa… generan alto impacto. El hecho de que el ente la lleve a los momentos del pasado que la trastornaron así como a sus momentos de drogas y perdición para manipularla, hacen que la historia sea más profunda.
Supera a la primera y esperamos que las nuevas versiones sean mejores que estas dos primeras.
CALIFICACIÓN: 7
EN CARTELERA
Próximamente… más sobre estrenos en cartelera y en los streamers.
@2abrahamck
@segunmiencuesta
