Parte 1
Agujeros Negros
Sí, lo han leído bien. “Errores garrafales de Einstein” y no, nada más lejos de mi intención que intentar desprestigiar al científico más famoso de la historia. Todo lo contrario, la intención es humanizarle y demostrar que incluso el genio entre los genios, hasta el Messi de la física moderna, es eso, un ser humano, con muchas dudas y varios errores muy graves. Para los mortales mediocres, como un servidor, esto no deja de ser algo inspirador.
Pero sobre todo es una excusa. Una excusa para repasar 4 conceptos sorprendentes y muy espectaculares de la física (donde sí, nuestro amado Albert metió la pata) e intentar que los comprendan y les inspiren. Y es que vamos a ver 4 conceptos extremadamente increíbles que muchas veces no llegan al entendimiento del público general por el mal hacer de muchos profesores de física de secundaria.
¿Qué es un agujero negro? Y no, no se trata de eso que hay normalmente en un calcetín negro (chiste atribuido a uno de los científicos más bromistas de la historia, Stephen Hawking) Un agujero negro es algo relativamente fácil de explicar.
Si comprimes un objeto mucho mucho, pero muchísimo, la gravedad de ese objeto tan brutalmente denso va a ser tan grande que ni la propia luz (300.000Km/s) puede escapar de él. Y algo un poco más complicado de entender pero que es un hecho absoluto de la ciencia es que nada, absolutamente nada, puede ir más rápido que la velocidad de la luz, por lo que nada puede escapar de ese campo gravitatorio si estás lo suficientemente cerca (lo que se llama horizonte de sucesos del agujero negro) Cualquier objeto suficientemente comprimido puede llegar a ser un agujero negro. Incluido usted.
Un ejemplo para que entiendan lo extremo de lo que estamos hablando. Si quisiéramos que nuestro planeta fuera un agujero negro habría que comprimirlo hasta el tamaño de una canica, una esfera de 1 cm de diámetro con toda la masa de la Tierra…Hay que apretar mucho.
Einstein publicó su obra maestra, la teoría general de la relatividad, en 1915. El primero en entender y dar una solución concreta a estas ecuaciones tan raras y complicadas fue un genio trabajando en las trincheras de la primera guerra mundial, el físico Karl Schwarzschild.
Pocos meses después de la publicación de la teoría que puso patas arriba al mismísimo Maradona de la física, al señor Newton, Schwarzschild encontró una solución práctica a las ecuaciones de Einstein pero con un pequeño problema; si concentrábamos suficiente masa en un espacio muy pequeño (a lo que se llamó y se sigue llamando el radio de Schwarzschild) se crearía una singularidad, una especie de punto sin volumen de densidad infinita, una región que no somos capaces de comprender ni asimilar, un roto en el espacio-tiempo, algo a lo que se llamó, 50 años después, agujero negro. Una región, con una gravedad tan extrema que NADA podría escapar a su atracción, ni siquiera la luz.
Schwarzschild mando estos resultados por carta a Einstein. A este le pareció increíble y extremadamente meritorio todo el trabajo que había hecho. Era el primero en dar una solución a sus ecuaciones y seguramente le debemos mucho al pobre Karl (murió pocos meses después por culpa de la primera guerra mundial) por el análisis práctico que había hecho de la teoría de la relatividad. Respecto al pequeño problema de la solución de que mucha masa en muy poco espacio podría formar un monstruo complicado de entender, Einstein no le dio importancia. “Es un tema matemático” decía, pero no real en física. Einstein estaba tan convencido de que estos agujeros negros (aunque este nombre se puso mucho después) no podían existir que escribió un artículo “demostrando” que físicamente era imposible comprimir algo más allá del radio de Schwarzschild y… metió la pata hasta el mismísimo fondo.
¿Quién demostró el error de Einstein? El ahora famosísimo, tras la grandiosa película de Nolan, Robert Oppenheimer. Sí, el padre de la bomba atómica fue uno de los grandes creyentes de los agujeros negros y demostró que sí se podía llegar a crear uno. ¿Cómo? Muchísima masa y con una gravedad incontrolable, la muerte de una estrella supermasiva.
Hoy en día hemos conseguido hasta fotografiar agujeros negros. Los conocemos, los estudiamos, los entendemos mucho mejor, pero siguen siendo uno de los grandes misterios del universo. ¿una puerta al multiverso? ¿una máquina del tiempo? ¿un creador de universos? No tenemos ni idea de lo que pasa en su singularidad. Y es posible que nunca podamos saberlo. Acercarse a uno (aunque no se preocupen, el más cercano está a unos 1600 años luz de la Tierra) y entrar en su oscuridad infinita implica no poder jamás volver ni decir de ninguna manera que se ve dentro.
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