¡Que hermosa película! “La teoría del todo”, la vida de uno de los iconos científicos del siglo XX, un genio del humor y la vida, el gran Stephen Hawking. ¿Pero a qué se refiere el título de esta película? ¿Por qué resumir la vida de alguien tan increíble en una frase tan rara? ¿Qué es la teoría del todo? ¿Por qué su búsqueda daba sentido a la vida de este científico? ¿Por qué el mismo Albert Einstein dedicó más de 30 años de su vida a buscarla con toda su pasión y testarudez? ¿Por qué ha habido miles de científicos que se han dedicado y se dedican en cuerpo y alma a su descubrimiento? ¿Por qué podría ser el hallazgo más importante de nuestra historía?
Partamos de algo que es básico y a la vez tremendamente confuso. Toda la vida nos la hemos pasado intentando entender como funcionan las cosas. El gran Newton, posiblemente el científico más importante de la historia, fue capaz de entender que una manzana cayendo obedece las mismas leyes que un planeta orbitando y sus formulas nos han permitido, entre otras muchas cosas, pisar la luna. ¿No está mal para un malhumorado prepotente del siglo XVII? Mucho más tarde llegó otro de nuestros héroes, Albert Einstein, quien pasó por encima de las teorías de Newton y con un cambio de orientación brutal reformuló todo el conocimiento del universo en su inspirada y muy trabajada (tardó 10 años de trabajo enfermizo en conseguirla) ley de la relatividad general. ¡Estamos en un momento increíble de nuestra historia! Esta teoría de Einstein parece explicar todo lo que sucede a nuestro alrededor. Mejora y amplía la teoría de Newton explicando, con un detalle mágico, todos los sistemas macros del universo. Parece la ley definitiva (afirmación ridícula en ciencia. Aparece una ley definitiva nueva cada poquito tiempo) que nos permite comprender y predecir el comportamiento del cosmos. ¿Pues ya está no? Ya lo tenemos todo…¿o no? Pues va a ser que no.
Al mismo tiempo que nuestro segundo héroe, el señor Einstein, se hacía mundialmente famoso y se convertía en el primer rockstar de la ciencia, aparecía un nuevo campo de estudio llamado mecánica cuántica. El mismo Einstein fue uno de los precursores de este campo. La mecánica cuántica estudia el comportamiento de lo más pequeño. Y no me refiero a por qué ese ligue tan bajito que tiene usted no le devuelve las llamadas. Hablamos de lo muy muy pero muy pequeño, de las cosas a nivel atómico, de las cosas más pequeñitas que nos componen, los átomos y las partículas subatómicas como protones, electrones, etc…
Aquí llega la parte confusa. Según se avanzó en el estudio de lo super pequeño, oh sorpresa, se empezaron a encontrar cosas muy raras, antiintuitivas y sinceramente, muy difíciles de creer. El propio Einstein se pasó media vida intentando negarlas. Resulta que las leyes que rigen las cosas “normales” para nosotros, la manzana cayendo o el movimiento de la luna o el sol, no funcionan cuando nos movemos a escalas atómicas. Pero no es solo que no funcionen, sino que a escalas atómicas las cosas funcionan raro. Pero muy raro. Resulta que a escala atómica, dos cosas pueden estar en diferentes sitios o ir a diferentes velocidades, ¡a la vez! En el mundo cuántico todo es probabilístico. En el mundo normal, el mundo de las cosas grandes, si lanzamos una bola de cañón y sabemos su peso, el ángulo y fuerza del lanzamiento y la resistencia del viento, vamos a saber con total exactitud donde va a caer. En el mundo cuántico no, solo sabremos las probabilidades con las que podrá caer en un sitio o en otro. Es un mundo no determinístico y eso molestaba y mucho a un grupo grande de científicos, liderados por Einstein.
Resumiendo, que aquí me puedo alargar infinito y eso es objeto de otros artículos, para explicar el comportamiento de todo lo conocido hay dos teorías, la relatividad general que nos explica extraordinariamente bien como se comporta lo “grande” y la mecánica cuántica, posiblemente la teoría mas exacta de la historia pero que deja de funcionar cuando salimos de las escalas atómicas. Einstein, Hawking y otros muchos grandes físicos han intentando crear una teoría que unifique todo, una fórmula hermosa, elegante y sencilla que de respuesta a cualquier fenómeno del universo, “La teoría del todo” La gran respuesta que unifique dos mundos que no se hablan, el de las cosas grandes y el de las cosas muy pequeñas.
Aquí lanzo unas preguntas al aire: ¿es necesario tener esta teoría? ¿No nos vale con tener dos por separado que nos permiten explicar todo? ¿Se trata de un tema estético (tener una fórmula al estilo de e=mc2 que nos permita explicar el universo…ufff es muy sexy) o tiene un sentido práctico? Pues resulta que al margen de la indudable belleza estética hay un sentido práctico claro. Existen dos situaciones de nuestros universo donde ambos mundos chocan. Donde tenemos una enorme cantidad de energía (el mundo de Einstein) en un punto infinitamente pequeño (el mundo cuántico), El Big Bang y los agujeros negros. Y en ambos estamos perdidos. Si consiguiéramos unir ambas teorías podríamos entender el mismo inicio del tiempo y el espacio. ¡Que no es poco! Estoy convencido que entender esto abriría nuevos caminos de investigación que ahora no somos capaces ni de intuir. Sería algo hermoso, revolucionario.
Mucha gente se debe estar preguntando sobre el estado actual de la búsqueda de la teoría del todo. Pues han pasado 100 años desde que Einstein inició este camino y no tenemos nada seguro la verdad… Hay mucha gente que piensa que nunca va a existir. Que tendremos que conformarnos con lo que sabemos hasta ahora hasta que salga un nuevo Einstein o Newton que nos de una nueva visión del universo que permita acercar posturas. Hay gente que piensa que estamos cerca de conseguirla. Seguro que alguna vez han escuchado hablar de la teoría de cuerdas. La teoría de cuerdas es la mejor aproximación actual a la explicación del todo. Pero es solo una teoría y rara de narices. Imagínense que para que la teoría de cuerdas tenga sentido matemático, el mundo que conocemos debería tener… ¡11 dimensiones! Se trata de una teoría apasionante, muy evolucionada (es en la que trabajaba Sheldon Cooper en Big Bang Theory) pero estamos muy lejos de poder probarla. La teoría del todo, sigue siendo el gran sueño de la física. Un sueño que siento sigue muy lejano, quizás imposible de conseguir.
Les quiero dejar con un pensamiento un poco desgarrador. ¿Y si el ser humano no está hecho para entender totalmente el universo? ¿Y si no nos da la mente? Al fin y al cabo somos casi monos, un pelín más evolucionados. Un mono, por mucho tiempo y pasión que se le dedique, jamás entenderá el cálculo avanzado. Es literalmente imposible. Su cerebro no está hecho para cierto tipo de razonamientos abstractos. ¿Y si nos pasa lo mismo a nosotros? ¿Y si tenemos que evolucionar hacia otro tipo de homo sapiens 2.0 para que nuestro celebro tenga la capacidad de entender los secretos que nos guarda la vida? Piénsenlo. Podría tener sentido, ¿verdad?
Un abrazo enorme mis amigos de la verdad. ¡Vayan por la sombra y sean felices!
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