La Segunda Guerra Mundial ha sido considerada la Guerra de todas las Guerras, el acontecimiento bélico más despiadado e inhumano de la historia moderna, constituye por sí sola una vergüenza para la humanidad
Esta semana se conmemoran los ochenta años de la culminación de la Segunda Guerra Mundial, un acontecimiento que marcó la historia de la humanidad y que dejó heridas profundas que aún no cierran en millones de familias y en naciones enteras. La segunda Guerra Mundial fue el conflicto global de mayor repercusión en la historia moderna, es recordada por la brutalidad de sus enfrentamientos, el genocidio, el hambre y las graves crisis que dejó a su paso. De acuerdo a los datos oficiales se estima que entre cincuenta y sesenta millones de personas perdieron la vida, de entre ellos, cuarenta millones fueron civiles y veinte millones eran soldados aunque se cree que las cifras reales pueden alcanzar cien millones de víctimas. Solamente durante el Holocausto, se ha considerado simbólicamente la cifra de seis millones de judíos de los cuales un millón habrían sido niños y niñas. El alcance de las víctimas de los Nazis se extendió hasta los polacos, gitanos, homosexuales, comunistas, discapacitados y prisioneros de guerra. En este período la extinción de la vida humana abarcó desde la asfixia por gas venenoso, incineración, fusilamiento y tortura médica hasta la bomba atómica arrojada por Estados Unidos en Hiroshima y Nagasaki. Divididos en dos grandes grupos, la Segunda Guerra Mundial la pelearon las Potencias del Eje integrada por la Alemania nazi, Italia y Japón contra las Potencias Aliadas encabezadas por Gran Bretaña e integrada por la Unión Soviética, Francia, China, Canadá, Australia, Nueva Zelanda, entre otros. La Segunda Guerra Mundial inició el 1 de septiembre de 1939 y culminó el 2 de septiembre de 1945, después del trauma que representó la atrocidad de la bomba atómica que ocasionó la muerte de entre ciento veinte mil y doscientas mil personas, se inició una de las carreras armamentistas más importantes y peligrosas de nuestra historia, misma que aún con todos los tratados de paz que existen de por medio para detenerla y a la luz de los acontecimientos recientes, nos hemos dado cuenta que muchas potencias no cesaron jamás de armarse. Si bien se creía que, la humanidad en su conjunto, habría aprendido una lección importante y buscaría el renacimiento de una nueva era más sensible y solidaria y que las potencias mundiales trabajarían para resarcir los principales males de la sociedad como la desigualdad, el hambre y la miseria; la realidad que se reveló fue otro y lejos de ser una arribar al siglo XXI con una erradicación de la violencia y de la desigualdad, nos encontramos en medio de treinta guerras terribles, activas y vigentes en cuatro de los cinco continentes, la guerra entre Rusia y Ucrania amenaza con tensar las relaciones europeas. La Segunda Guerra Mundial ha sido considerada la Guerra de todas las Guerras, el acontecimiento bélico más despiadado e inhumano de la historia moderna, constituye por sí sola una vergüenza para la humanidad y deberíamos haber aprendido algo de ella, nuestros políticos debían de conocer la lección, deberían de saber que en el campo de las ambiciones negativas y voraces, nadie gana.
En una guerra la única verdad irrefutable es que todos pierden y que nada se reconstruye por completo. Hoy en Europa, casi todas las naciones que constituyen la Unión Europea, han llevado a cabo ceremonias importantes para recordar el triunfo de las fuerzas aliadas sobre la Alemania nazi, el canciller alemán Friedrich Merz ha declarado “El enemigo derrotado (en referencia a Alemania) es ahora un aliado (…), y un aliado que, por primera vez en la historia de la OTAN, va a desempeñar un papel importante en la alianza atlántica de defensa” añade. Irónicamente, Rusia con su Presidente Vladimir Putin, echó las campanas al vuelo celebrando su victoria sobre Hitler, el país que tiene violentado a Ucrania es ahora uno de los grandes cínicos.