Después de un mes de campañas oficiales, los partidos políticos en gran parte del país se han encargado de llenar de propaganda, spots, flyers, anuncios, marchas colectivas y espectaculares que cubren cada rincón de México para vender a su candidato. La política mexicana se vuelve por los próximos 3 meses en un mercado y no en su principal función: buscar el bien común.
Las elecciones del próximo 2 de junio definirán un número importante de puestos públicos, donde se elegirán 20 juntas municipales, 16 alcaldías, 1580 ayuntamientos, 31 congresos locales, 9 gubernaturas, 500 diputaciones, 128 senadurías y la Presidencia de la República. Con ello, las elecciones del 2024
representan la más grande en la historia de México.
Para este proceso electoral, la Lista Nominal del Instituto Nacional Electoral (INE) es la más grande, con un poco más de 99 millones de votantes. Lo interesante será ver cuántos de estos sí van a votar, porque recordemos las elecciones de 2018, donde de los 89 millones pertenecientes a lista sólo 56 millones de mexicanos atendieron al llamado democrático.
Aquí se trata de ver quién tiene mayor cantidad de votos, qué retórica se puede reutilizar o criticar al gobierno en turno. Y esto ha sido en todos los procesos electorales: desde los tiempos de Juárez, pasando por los años del Partido oficial, el cambio generacional con el PAN y llegando a la Cuarta Transformación con Morena. Ahora, ¿Dónde estamos hoy? En un panorama político donde el 45.76%
de la preferencia electoral favorece a la 4T ́, la oposición de Fuerza y Corazón por
México mantiene un cercano 38.73%, mientras que el fenómeno de “Lo Nuevo” fue
perdiendo importancia ante la declinación de su primer candidato, y hoy cuentan
con un 4.68% (Análisis Plural, 2024)
La Coalición o Partido que llegue al poder tomará las riendas de un país en vías de construcción, pero que en los últimos 30 años no ha dejado de deteriorarse en sus sectores más populares; la delincuencia parece haber bajado en muchas zonas del país, pero incrementando en estados donde el crimen organizado amenaza a la gobernabilidad; en materia de economía hemos tenido una excelente posición como divisa ante el dólar, que parece seguirá bajando ante lo atractivo que se ven otras monedas; en política exterior se han establecido diversos convenios y tratados con potencias mundiales, donde ven a México como un país diverso y con mucho que ofrecer; los distintos conflictos internacionales también han marcado la posición de México ante este tipo de situaciones. Un contexto bastante extenso que el funcionario elegido heredará y tendrá que resolver dependiendo las necesidades más apremiantes en su delimitación territorial correspondiente.
Los que me conocen sabrán de mi ánimo por la participación política de todos los mexicanos. Hoy en día encontré mi lugar en el llamado a las mentes jóvenes de nuestro país, que ante la polarización del mundo ha enredado sus pensamientos sobre cuál es la mejor elección para representarlos en este mundo tan vasto pero que cada día construye nuevos cimientos y extiende el panorama. Si estas mentes de entre 18 a 34 años, que representan un poco más de 26.5 millones de electores en la lista nominal, pueden definir una elección sin problemas.
Los jóvenes de hoy en día luchan por igualdad de oportunidades, condiciones laborales adaptadas al mundo actual, educación de calidad, uso de las tecnologías para el mundo cotidiano, cuidado de los recursos naturales, protección a los espacios ambientales, infraestructura alimentada por energías limpias y un territorio para la libre cultura y recreación. Con eso, el candidato que vea a las solicitudes de
los adultos mayores entienda el desarrollo nacional e internacional que México pueda tener, plantee una buena estrategia de seguridad que permita la interacción de la población, pero sobre todo apremie y enfoque su gobierno con ojos al futuro y a la juventud, ganará cualquier elección. Ya sea desde el enfoque municipal, estatal y federal.