Hoy más que nunca ¡Los Cínicos No Sirven Para Este Oficio!

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Una de las máximas del periodismo de investigación, en cualquiera de sus formas, canales y contenidos, es el uso de fuentes, las evidencias, el dato duro, además de ser un esfuerzo intelectual, físico, deontológico y metodológico, que tiene por objetivo la verdad con justicia o verdad funcional, sin dejar de lado un claro acento social, para no ser una mera ocurrencia, un testimonial, una visión evangélica o meras chorradas con pigmentos transformadores.

Esto a colación de las recientes publicaciones de dos periodistas, uno estadounidense y otra mexicana, que citando fuentes menos que confiables, de asesinos confesos en México y ahora testigos protegidos por la justicia norteamericana, afirman con base de supuestos y haciendo uso del tal vez, podría, hubiera, se desconoce, a lo mejor, no es posible, se dice, no es concluyente, no se determinó y demás terminajos de verdaderos cínicos, que la campaña hacia la presidencia del año 2006 del actual ejecutivo federal, estuvo financiada con dos o cuatro millones de dólares provenientes del narco.

Esta acusación no es nueva,  pues en el juicio  de Genaro García Luna  en una corte de Nueva York,  el sujeto apodado –El Grande- habría mencionado que tuvo contacto con algunos miembros del equipo de campaña del entonces candidato Andrés Manuel López Obrador, para financiar su campaña durante ese año 2006, con tal cantidad de dinero. Acusación que fue desestimada por la misma fiscalía estadounidense al no contar ni tener pruebas de sus dichos, por lo que no procedió, haciéndolo un relato gastado y hasta quemado, solo tengo una duda ¿sabrán sus vecinos norteamericanos que viven al lado de un peligroso delincuente, hoy testigo protegido por su propio gobierno?

No se trata de defender al actual presidente, eso puede hacerlo solo, esto lo digo para denunciar las malas prácticas del pseudo periodismo, esas que ya Ryszard Kapuscinski despreciaba cuando la capacidad de un periodista se instalaba en la simbiosis de los intereses comerciales y la mentira. Es tristísimo que en pleno 2024 no se sigan las mínimas formas metodológicas, intelectuales, de razón, función y elementos periodísticos, al momento de escribir una pieza que busca no sólo denunciar a un presidente, sino desestabilizar a todo un sistema político, o sea un golpe blando, usando a estos expertos de la lanolina informativa como puño del soft power de los medios tradicionales y digitales por igual en México.

Son los cínicos quienes manejan estos ataques no solo a la figura presidencial, sino al intelecto, nos dan una visión basada en necro información o necro datos, no respetan la conciencia del lector, la comunidad académica, al gremio ni a su propia profesión; me pregunto ¿dónde está su hipótesis, su ruta crítica, sus fuentes? ¿cómo dieron fiabilidad a sus informantes clave? ¿sabrán que los testimonios no son la base estructural de una investigación? ¿qué objetivos cumplieron? ¿cuáles fueron sus marcos referenciales, contextuales, de compendio y minería de datos? ¿cómo seleccionaron la información? ¿cuál es el impulso informativo de la pieza? ¿conocen las diferencias metodológicas y morfológicas de un reportaje o un artículo? ¿qué papel tiene el proceso de la comunicación al momento de decodificar datos? ¿por qué no hay pruebas? ¿por qué se basan en el sentir y no en el demostrar sus dichos?.

No encuentro estas respuestas en los textos de tan laureados profesionales de la información, solo me vi ante piezas que desconocen la relación ética entre el tamaño y la estructura del capital que la financió. No podemos aplaudir la forzada aplicación cosmética del periodismo, a un berrinche de comunicadores dolidos y agentes o ex agentes de la DEA, que ya no encuentran en México su patio de juegos, pues desde que el AMLO está en la presidencia se les exige un reporte mensual de sus actividades, lo cual fue un cambio drástico, después de que en los sexenios de Felipe Calderón y Enrique Peña, tuvieron rienda suelta a sus actividades a lo largo y ancho del país.

Remarco, no defiendo al presidente, defiendo a los corolarios del periodismo, a sabiendas que estoy en un espacio de opinión, no puedo dejar de remarcar la falta de rigor de este relato golpista, que se oculta tras el periodismo para olvidarse de la compleja tarea de realizar una verdadera investigación, la que se lleva por patrones de datos, su clasificación, la limpieza y agrupación de registros observables, comprobables y demostrables.

No encuentro el problema a tratar, desconocen la interacción entre configuraciones y significados, no hay una facultad de analizar y después PROBAR las operaciones nuevas con las ya hechas en el pasado.

Es un contenido tautológico, sin ángulo o enfoque, más que el de la calumnia, la mentira y la ofensa a quienes intentamos compartir con las y los alumnos de periodismo, su labor y función.

Este será un excelente ejemplo para las generaciones de estudiantes de lo que no se debe hacer, pues no se sabe si es un artículo de opinión que venden como investigación o un sentir que se maquilla de reportaje, y mucho menos  ¿qué aclara? ¿qué explica? ¿qué explora? ¿qué demuestra?.

No tiene hallazgos, cito –La investigación estadounidense no estableció si AMLO estaba al tanto de las donaciones-  no establece nada, no hay desenlace, no se confronta la realidad, sin argumentos o evidencias, pero lo que sí tiene es un título calumniador, tramposo y cínico. 

Estamos ante la información autoritaria, que no demuestra y solo impone,  no es confiable y da órdenes, pues si no la aceptas eres un chairo croquetero. 

Alguna vez confié en uno de estos personajes que hoy publican su enojo sentimentaloide, pero el tiempo lo puso como auténtico cínico, y definitivamente no sirven para este oficio. 

Ojo, no soy juez de quien es o no es periodista, solo describo lo que mi maestro Kapuscinski me enseñó. 

LA CIMA                                                              02/02/24

Textos híbridos de periodismo contemporáneo          Bernardino Rubio Tamariz

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