La cultura visual contemporánea experimenta un cambio interpretativo, performativo, evangelizador y filosófico que veremos consolidado este 2024. La idea de una imagen inefable se ve comprometida con la experiencia extralingüística que ofrece la lógica del discurso y la acción social, pues la ingeniería cultural que hoy se practica en el mundo, ha creado diseños invisibles en los que la creatividad humana se ve aplastada sistemáticamente.
Esto es que la implementación de la inteligencia artificial dentro del mundo del streaming, de las redes sociodigitales, los medios de comunicación, la ciencia, la literatura y el arte, se ha convertido en una habilidad cultural de entornos automatizados donde hasta el propio lenguaje ve condicionado sus significados. Esto resulta sumamente desalentador, pero no podemos olvidar que las grande transformaciones del mundo moderno empezaron con un proceso evangelizador donde las ideas dieron paso a civilizaciones y sociedades, y hoy no es la excepción; Internet ha podido llevar su “palabra” para hacernos sentir complejas
interrelaciones sensoriales, nuevas emociones, conocimientos y sobre todo una cultura visual que nos hace tomar conciencia, de que el sentido del mundo actual ya no es un encuentro convencional, sino uno de operaciones recontextualizadas que parecen descifrar lo otrora indescifrable.
La usurpación de la misma realidad nos obliga a buscar nuevos marco o modelos interpretativos, pues ya no somos, pensamos o sentimos igual debido a la sindemia sufrida por Covid 19. En términos irónicos y extraños este virus ha expresado las contradicciones fundamentales de la vida hipermoderna, al provocar un salto cuantitativo y cualitativo en la creación de tecnología con la capacidad de suplir al ser humano.
Ya nos parece muy lejano ese año 2020 cuando nos refugiamos en nuestros hogares, donde sin duda hubo un retroceso en la vida social de las personas, pero no así en la digitalización de la vida y el progreso de la tecnología, que pusieron los cimientos de una cultura visual evangelizadora, que tiene el potencial necesario de aumentar la cantidad de usuarios que se aíslan en su propio mundo virtual y se convierten en autistas del metaverso.
Visual Display, Cultura Visual o naciente inteligencia artificial, llamémosle como mejor nos plazca, este 2024 serán ya cuatro años de intensas jornadas de entrenamiento para forjar el nuevo ser, con estructuras de valor que han rentabilizado la identidad humana en un ideal de imagen, que elimina gradualmente las barreras psicológicas que distinguían el pensar, trabajar, el ocio y el tiempo libre.
Las líneas reguladoras del fordismo hoy convergen con diseños fríos y mecanizados que van del amor al odio líquido, celebrando la estética deshumanizadora cultural cada día más pulcra y de geometría viral, que dan la
señal de partida al nuevo orden y progreso de la civilización de los primeros 24 años del siglo XXI.
La prisión de centralidad cegadora por las novedades tecnológicas que se vuelven simbiontes con el ser humano, hacen observarnos como prisioneros de un sentimiento omnipresente y al mismo tiempo invisible. El principio de un nuevo año se convierte en extensión del anterior, donde seguiremos observados, vigilados y disciplinados por la racionalización del uso novedoso de la tecnología.
No soy un oráculo que prevé un futuro inmediato desalentador, pero así como existen la evangelización de la arquitectura panóptica del metaverso y su cultura visual, también es necesario pesar y hacer pensar fuera de esa celda llamada pantalla, que ocasionalmente se encuentre en todo lugar. No se busca la creación de centros volátiles y de miseria intelectual, sino la encarnación de otros evangelios con ideas que encarnan turbulencias ideológicas e intelectuales, que saquen de la depresión al conocimiento de las ciencias
tradicionales, y volteemos la mirada a una reforma fenomenológica del ser humano, pues la maquinaria estética del mundo nos lleva uno o varios pasos por delante, por la satisfacción visual que promete y cumple a las humanidades digitales.
Feliz inicio 2024
LA CIMA 05/01/24
Textos híbridos de periodismo contemporáneo
Bernardino Rubio Tamariz
