Sobre esta película he escuchado que es la versión moderna de Frankenstein, o que se refiere a una
nueva adaptación, pero con una mujer, y no hay nada más alejado que eso. Me parece que lo único
que podría recoger del clásico de Mary Shelley es que el personaje es sobre alguien que regresó de
la muerte por obra de un doctor en un laboratorio, retando a Dios y hasta la propia ciencia.
Y me refiero a Pobres criaturas (Poor things, 2023), una película irlandesa, la más reciente del
director griego Yorgos Lánthimos (La langosta, 2015; La favorita, 2018) que de nueva cuenta llamó a
la actriz Emma Stone, ahora para darle vida a Bella Baxter, una chica que de forma siniestra regresó
de la muerte en el laboratorio del Dr. Godwin Baxter (Willem Dafoe) -le llaman God, como alegoría a
Dios, en su traducción del inglés- un tipo con cicatrices en el rostro víctima del trato violento que
recibió de su padre.
La joven Baxter nunca ha salido de casa. Ahí recibe su educación. Creció entre animales extraños, y
cercenando los cadáveres que le ofrece su papá God como forma de entretenimiento. Cuando el
doctor Baxter solicita ayuda al joven estudiante Max McCandles (Ramy Youssef) para que anote la
evolución y adaptabilidad de Bella, se percata que ambos se han enamorado y los obliga a casarse.
Para el arreglo legal, el doctor Baxter recurre al abogado Duncan Wedderburn (Mark Ruffalo) quien
queda sorprendido con la belleza de la joven Bella, la corteja, y la persuade para que convenza a su
padre que antes de casarse se vaya con él a tener una aventura.
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Así Bella conoce el mundo real. Sostiene noches de sexo con Duncan, una y otra vez, que cuando él
ya no puede más, ella califica el momento como un acto de vulnerabilidad masculina. Ella sale sola a
la calle, conoce personas, descubre el arte, la violencia en pareja, el sexo casual, y hasta la pobreza,
pero Duncan la reprime, le dice que eso no lo tiene permitido, le dice cómo portarse en una mesa, en
un baile, cómo comer y hasta lo que tiene que decir.
Bella descubre la prostitución en principio como una necesidad económica y después como una
forma de experimento social. Abandona a Duncan por sus actos autoritarios y de posesión, cuando
sabe que ella puede valerse por sí misma. Sabe que puede regresar a casa después de lo que ha
vivido para unirse en matrimonio, con la certeza de que también los hombres pueden ser
domesticados.
Lanthimos crea a un personaje mujer que ha regresado de la muerte con la mentalidad de una niña.
Capaz de salir al mundo y romper el molde de una estructura patriarcal que ha transitado del blanco
y negro al color en nuestra historia. Del ideario al mundo real. Emma Stone y Mark Ruffalo ayudan a
llevar esta crítica mordaz con tintes de humor negro en el que cada plano es de una auténtica
belleza.
No es el Lanthimos provocador de sus películas anteriores, se ve que aquí no le interesa y sabe por
supuesto que puede hacerlo, ser más frontal con su mismo estilismo cinematográfico. Pobres
Criaturas es la segunda película con más nominaciones al Oscar al pelear en once categorías
incluyendo la de mejor película. Dicho sea de paso, es de las mejores que he visto en el último año,
invito a no pasarla desapercibida.
Nos leemos el jueves.
