La naturaleza de esta conmemoración surge de la necesidad de revisar y velar por los derechos humanos fundamentales de quienes forman parte del Poder Judicial en todas la naciones del mundo ¿es esto una realidad?
El 25 de mayo fue establecido por la Asamblea General de la ONU como la conmemoración del Día del Bienestar Judicial. Un día que invita a reflexionar sobre el papel central que tiene el Poder Judicial y su estructura humana en los ámbitos de la sociedad porque el Derecho, las Leyes y sus Reglamentos, tienen una aplicación y alcance en cada espacio de nuestra vida.
El asunto es tan simple que, incluso hasta para circular en la calle, existe un reglamento, es decir, el derecho y la aplicación de aquello que emana de él mismo, nos involucra desde el momento de la concepción porque desde allí, ya somos sujetos de derechos humanos esenciales.
Sin embargo, la estructura que contempla el Poder Judicial en su totalidad, no es una realidad bien asimilada por los ciudadanos porque sólo recurrimos a los tribunales, abogados, jueces, secretarios, actuarios o juzgadores, cuando tenemos un problema legal. Pero más allá de esa esfera, tenemos divisiones que van desde los problemas administrativos hasta asuntos familiares, electorales, laborales, civiles, mercantiles, penales, agrarios (por citar algunos) y a ello hay que sumarle cuáles son las ámbitos de su aplicación ya sea estatal, distrital o federal. Es decir, estamos frente a una estructura de dimensiones inimaginables que engloba a miles de personas y en ellas recae una responsabilidad importante que abarca desde el más humilde servidor público hasta el más erudito magistrado.
Su tarea no es fácil, sujetos al ámbito de su competencia, muchos viven situaciones de estrés y de tensión complicadas y día a día atraviesan momentos decisivos que generan un desgaste mental. Justamente por ello, la ONU promueve que en estas fechas se evalúen las acciones positivas que el Poder Judicial efectúa para salvaguardar políticas de prevención y apoyo.
De igual manera, esta conmemoración vela para que los integrantes del Poder Judicial tengan acceso a los derechos que la ley a nivel internacionales estipula. Entre ellos: gozar de un ambiente laboral que garantice su salud mental, que les dote de certidumbre y bienestar así como de tener, entre sus garantías, un respecto irreductible a su dignidad laboral y salarial, un servicio de carrera intocable e inalterable, un legítimo respeto a su trayectoria y sus deseos de crecimiento y progreso dentro de la carrera judicial, al mismo tiempo que los principios de Equidad, Igualdad, Inclusión y Diversidad deben de ser vistos y aplicados de forma contundente.
La fórmula que la ONU observa es sencilla, lógica: si existe un sistema judicial que tenga bienestar, los jueces y sus integrantes se encontrarán en condiciones de tomar las mejores decisiones. Desde luego, esto se debe reflejar en resoluciones justas, pertinentes y criterios saludables que parten de una salud emocional adecuada. Esa es, cuando menos, la naturaleza de esta conmemoración pero la pregunta está en el aire ¿es que realmente en México se han garantizado esos derechos? Si pudiéramos enlistar las acciones positivas que el Gobierno de México ha realizado para cumplir con los derechos que proclama esta conmemoración? ¿Cuáles serían? Las respuestas, habrán de ayudarnos a ubicar nuestra realidad.