La cultura vial es un debate, mientras los peatones defendemos nuestros derechos, omitimos también nuestras obligaciones, ¡oh! ¿qué?, ¿acaso pensaban qué éramos libres de causa?
Pero mientras somos responsables de nuestro andar, Es necesario educar a quienes en llantas se mueven, aquellos que han olvidado que el uso de las direccionales, una costumbre requerida al tomar cualquier transporte parece cosa simple, pero a falta de ese pequeño parpadeo de luces muchos accidentes han ocurrido, ahora no parece tan insignificante, ¿no?
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Y es que hay quienes no respetamos, mientras hay posibilidad de cruce cuando somos peatones, nos vale un comino el semáforo y es que… ¿qué importa la vida cuándo llegar a tiempo y correr por ella es más importante?
Pero así de exigentes somos cuando alguien no usa las malditas direccionales, malditas direccionales, malditas direccionales, esas que deben ser activadas antes de dar un giro o cambio de carril, a la hora de indicar la dirección de destino, ya saben, derecha, si vas a la derecha, izquierda si vas a la izquierda, no lo notamos, pero esta acción logra una estabilidad en nuestras calles, en nuestra seguridad, en nuestra cultura…
La cultura vial debe sembrarse en cualquier ámbito, seas peatón, ciclista motociclista y automovilista, avancemos, en verdad demos un paso al desarrollo y civilidad, basta de conformismos que de eso hemos tenido mucho, el uso de estas y el respeto de los semáforos y las indicaciones de nuestras calles para no es para nada una opción, sino una obligación. No lo olviden las luces prenden, nosotros avanzamos y sino pues multas generamos, aunque ¿y las multas peatonales? ¿Broma? sí, pero urge una cultura vial.