Emocionado hasta las lágrimas regresó Javier “Chicharito” Hernández a las Chivas rayadas del Guadalajara; y no es para menos, es el equipo donde se formó, donde debutó, pero lo más importante al que le va desde niño.
La historia del “regreso del hijo pródigo” fue enmarcada por un escenario inmejorable: estadio lleno, pirotecnia y una afición ávida de escuchar al ídolo que los pondrá de nuevo en la pelea por lo que tanto añoran: los títulos.
Todo fue perfecto, hasta que Javier tomó el micrófono y comenzó a pronunciar un discurso vacío, retórico y demagógico que tristemente fue secundado por la grey que se dio cita en el estdio Akron.
“Si Chivas se define en algo es en la valentía y les voy a explicar por qué, porque tien los huevos de jugar con puros mexcianos. Irrefutable eso y me da igual lo que otros hagan. Chivas esta en otra carrera, Chivas está en la carrera de darle oportunidad a los mexicanos”.
Así se expresó el delantero que representa la ilusión de millones de seguidores que le festejaron dichas palabras, y que me parece lamentable que se las aplaudan, y dos que además se las crean.
Argumentar que la valentía es de Chivas por jugar con puros mexicanos, es necesariamente hacer menos al jugador nacional, les guste o no. Además si hablamos de la liga mexicana de futbol, jugar con un nacido en suelo nacional no tiene nada de valor, sino es natural y obligatorio, así que por ahí no es.
En el deporte profesional ganar títulos es sinónimo de grandeza, de fortaleza y de superioridad, lo demás es secundario, por lo tanto si un jugador de cualquier equipo antepone “la oportunidad a los jugadores” a levantar los trofeos, entonces el enfoque completo esta mal. Y desde luego que hablo de todo el contexto: jugadores, directivos, entrenadores y afición, pues no se entendría a un equipo grande sin la aspiración de ganar.
Entiendo perfecto a la afición de Chivas, la emoción de tener de vuelta al futbolista más destacado los llevó a festejar cualquier cosa, incluso los primeros goles de Javier, aunque hayan sido en su contra, pues las palabras del “Chicharito” parecen más la descripción de un equipo común y corriente, que la de un juador que llega a un grande, aunque sea por historia.
Mientras ¡qué la pelota siga rodando!.
Por: Gustavo Sánchez (@Gusharris76)
