América es campeón y en aras de la justicia deportiva, fue lo mejor que le pudo pasar tanto al equipo como a la liga y me explico.
En este lindo futbol mexicano, tan criticado y tan vilipendiado es muy raro que el mejor equipo del torneo termine con la corona en la sien; por el sistema de competencia, por la “ventaja” o “desventaja” que representa el parar durante una semana o más por el antes repechaje y hoy “play in” y por un sinfín de factores o pretextos, como se quiera llamar, que muchas veces impiden al mejor durante cinco o seis meses quedarse con el trofeo.
Lo sucedido el domingo 17 de diciembre en el estadio Azteca, que por cierto se despide por un tiempo de la actividad futbolística, no fue sino el reflejo y el premio al trabajo constante de un grupo de directivos, jugadores y afición que “sufrieron” durante cinco años para volver a abrir las vitrinas del club.
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Desde aquel 16 de diciembre de 2018 cuando las Águilas levantaron el trofeo ante Cruz Azul la búsqueda por un nuevo campeonato fue incesante, pues un año después se perdió una final con Monterrey en el mismo estadio Azteca y por la vía de los penaltis, siguieron eliminaciones dolorosas pese a siempre terminar entre los mejores cuatro del torneo regular, técnicos con apellidos “pomposos” y otros que no llenaron las expectativas de una afición incansable en su hambre y “exigencia” muchas veces exagerada.
Ser el mejor en algo, lo que sea, no es obra de la casualidad en ningún rubro en la vida y América trabajó para serlo. En esos cinco años fue el equipo que más puntos hizo, se puede contar con un campeón de goleo en la persona de Henry Martín e incluso con un torneo histórico (Apertura 2023) donde el equipo rompió su propia marca de puntos, fue el más goleador y el menos goleado, pero que nada de eso hubiese servido si el trofeo no llegaba a Coapa.
La moraleja de lo que pasó con América y su gente es que justamente esa, que no existe éxito sin sufrimiento, sin trabajo y sin sacrificio; que los objetivos se trazan con claridad y la persecución de ellos es y debe ser constante sin importar los obstáculos del camino, pues aunque muchas veces los avances parecen pocos, si son constantes siempre llevarán al siguiente escalón.
Felicidades América y a toda esa afición que supieron sufrir y aguantar, el premio ha llegado y es momento de renovar objetivos, esos mismos que los hicieron soñar con un nuevo título y que seguramente hoy están orgullosos de portar sus colores.
El torneo mexicano ha terminado con un justo campeón y vendrá un parón de casi un mes para volver a disfrutar de un partido en la Liga Mx, muchas cosas cambiarán para muchos equipos, pero para algunos es hora de volver a soñar y de volverse a esforzar.
Mientras ¡qué la pelota siga rodando!
Por: @Gusharris76