Amasijo Rosa
La venganza del autollamado contrapeso salió a las calles este 19 de mayo vestido de rosa, ya sin la máscara “autónoma” con la que inició su pintoresca ruta política; una marcha que exige- a su modo- el orden del poder, la democracia, la república, la libertad, el voto libre y la eliminación del fantasma del comunismo en México, y al mismo tiempo emplean un discurso clasista, violento, agresivo y racista en contra de quienes no piensan, hablan o se ven como ellos. Víctima de esto fue el periodista Hernán Gómez, a quien le mando mi total solidaridad, quien vivió los gritos, terminajos y empujones por parte de este amasijo rosa, que en su total derecho a manifestarse, ve en el odio la unión que justifica sus acciones ante una persona que solo hace su trabajo reporteril.
Sin empaque ideológico, sin proyecto, ni propuestas y con un claro maniqueísmo, este híbrido partidista y empresarial, da su apoyo a los candidatos de la derecha cobijándose en las violencias modernas de la tortura verbal.
Regresan los Científicos
Nunca se fueron, estaban bajo las piedras del erario público y hoy salen para reclamar sus supuestos derechos científicos y culturales; se erigen como la voz de la razón y del intelecto de los mexicanos, al firmar un papel donde la comunidad cultural (que no se sabe quién los nombró los dueños de la cultura) exigen el voto para la candidata de la derecha a la presidencia de la república, signado el 20 del presente.
¿Quiénes son estos neoporfiristas para reclamar el sufragio de los mexicanos? ¿Quién los nombró los dueños de la cientificidad y de la producción intelectual? Piden piso parejo y al mismo tiempo atacan al candidato de Movimiento Ciudadano para declinar a su favor, es una contradicción nada inteligente decir que estamos polarizados y son ellos quienes con violenta verborrea demandan solo dos visiones: dictadura o democracia ¡vaya intelectuales tan congruentes!
El Debate… ¿Espiritual?
Somos una nación laica, con libertad de credo y de pensamiento. Fue un acto vomitivo cuando la candidata de la derecha durante el último debate en la carrera hacia la silla del águila, utilizó un discurso cuasi religioso para agredir a su contrincante del actual partido en el poder federal, al reclamarle el uso de una
imagen que despierta la fe en millones de mexicanos, pues la acusa de no creer en ella, y todavía fue a más su estulticia, cuando vociferó ¿Qué diría su santidad? para cerrar afirmando que su contrincante política no cree en el pecado, dando a entender que por ello se condenará. Tristísimo.
¿Delfina dónde estás?
Si algo se le demandó al ex gobernador del Estado de México Alfredo del Mazo, era su presencia en la vida pública de su entidad. Siempre escondido y agazapado en el anonimato, Del Mazo no fue sino otro fantasma de la política mexiquense sin voz ni acciones durante su sexenio en donde abandonó a la deriva a sus gobernados ante la delincuencia, la violencia de género y la inoperancia institucional.
Este “mal” parece que fue heredado por la actual gobernadora de extracción morenista Delfina Gómez, quien no se ve, no se siente y parece que estamos los mexiquenses “re que te mal” al contar una vez más con una aparición chocarrera en lugar de gobernadora. Fuentes verificadas ante esta pluma, declaran que al menos cinco municipios del Estado de México están ante el control total del crimen organizado: Donato Guerra, Tejupilco, Coatepec Arinas, Temascaltepec y Villa de Allende. Denuncian productores aguacateros que se ha acentuado la presencia del narcotráfico con la llegada de la morenista, cobrando derecho de piso e igualmente exigiendo un pago por trabajar el aguacate, donde la extorsión, el secuestro y los asesinatos tienen amagada a la justicia en estas regiones.
Son los dueños de la venta de alcohol, cigarros, pollo, huevo, material de construcción y hasta de la ropa que se vende en los tianguis; son estos los productos que pagan “impuestos” a las organizaciones criminales. Por miedo a represiones, diversas fuentes prefieren el anonimato, pero aseguran que las autoridades morenistas están coludidas con la mafia local, llegando al extremo en que una presidenta municipal que busca la reelección es “novia” del jefe de plaza.
Son 100 mil pesos lo que cobran para levantar el aguacate, y al año son tres cosechas, y de manera increíble la población de estos municipios ha llegado a darles cierta legitimidad a estos grupos delincuenciales pues dicen “nos han traído algo de seguridad ante otros maleantes” pues prefieren pagarles para que –cuiden- los municipios y no haya rateros, riñas en la vía pública o violencia de
género ¡el colmo que ahora sean los delincuentes quienes dicen cuidar a las mujeres!
¿Delfina dónde estás?
A dos semanas de las elecciones federales es el corte.
LA CIMA 22/05/24
Textos híbridos de periodismo contemporáneo
Por: Bernardino Rubio Tamariz