En el marco de actividades por el noveno aniversario de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, estudiantes de la Normal Isidro Burgos tomaron la caseta de cobro Palo Blanco para repartir volantes y pedir aportación voluntaria a los conductores que cruzan por la Autopista del Sol.
Acompañados del Frente de Estudiantes Campesinos Socialistas en México, centenares de normalistas arribaron a la caseta de cobro con 18 autobuses y camionetas; además pintaron mensajes como Ayotzinapa Vive y Nos faltan 43 en las instalaciones y muros de contención de la caseta.
A la caseta de cobro de Palo Blanco también arribaron elementos de la Secretaría de Seguridad Pública de Guerrero, quienes sólo vigilan las acciones de protesta de los normalistas, pero no los retiraron de la caseta.
La toma de la caseta se da a pocos días de que un grupo de normalistas de Ayotzinapa atacaron con piedras y petardo las instalaciones de la 35 zona militar, ubicada en Chilpancingo, Guerrero.
Durante la protesta por la impunidad que persiste en el caso de los 43 normalistas de Ayotzinapa, los manifestantes intentaron incendiar una camioneta y pintaron bardas del cuartel militar en las que acusan el Ejército es responsable de la muerte de los jóvenes desaparecidos el 26 de septiembre de 2014.
Los elementos del Sedena y la Guardia Nacional los dispersaron con agresiones con gases lacrimógenos, lo que causó que 30 menores y 10 docentes de una escuela primaria cercana al cuartel militar resultaran intoxicados.
Los normalistas de Ayotzinapa exigen que el Gobierno federal investigue a fondo el caso de la desaparición de sus compañeros y que se castigue a los responsables.
La toma de la caseta de cobro por parte de los normalistas de Ayotzinapa es una muestra de la indignación que aún persiste en el país por la desaparición de los jóvenes. La protesta también es un recordatorio de que el caso sigue sin resolverse y que los familiares de las víctimas aún esperan justicia.
Por: Patricio Álvarez.