Han pasado dos años de que se iniciara la prueba piloto para la incorporación de las Personas Trabajadoras del Hogar al Régimen Obligatorio del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), el avance ha sido lento.
Trabajadoras del hogar no tienen IMSS
Según cifras oficiales, en el país existen 2.3 millones de personas trabajadoras informales que realizan actividades remuneradas en el hogar, de las cuales, solo 53 mil 584 están afiliadas ante el IMSS, según cifras publicadas por el mismo instituto el pasado 5 de diciembre, lo que representa que solo el 2.3% cuenta con este beneficio, es decir, una de cada 10.
Los estados con menores registros son Campeche (137), Tabasco (204) y Zacatecas (236), mientras que los que cuentan con los registros más altos son CDMX (8 mil 924), Edomex (5 mil 546) y Jalisco (3 mil 464).
La resistencia de los empleadores y la falta de conocimiento de las trabajadoras del hogar
El mayor reto que ve Marcelina Bautista, activista y directora del Centro Nacional para la Capacitación Profesional y Liderazgo del Hogar (CACEH), es la resistencia de los empleadores ante la falta de claridad de la obligatoriedad, pero también destaca que las personas trabajadoras del hogar no saben que contar con un seguro a futuro es beneficio personal.
“A los empleadores les pesa (porque antes) era decir que son parte de la familia, es una ayuda, el trabajo del hogar no había sido reconocido como trabajo. Es el tema de no querer asumir, evadir esta cuestión que no tienen contemplado en su presupuesto”, explica Bautista.
De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Discriminación (Enadis) 2017, el 57.1% de las mujeres trabajadoras remuneradas del hogar declaró que en el país se respetan poco o nada sus derechos.
Según la encuesta, se enfrentan a tres problemáticas específicas:
Falta de prestaciones laborales
Malas condiciones laborales
Maltrato o abuso de sus empleadores
Además, en 2017, el 87.7% de las trabajadoras del hogar carecieron de prestaciones laborales en su último empleo realizando quehaceres domésticos.
En 2022, solo 2.2% tienen acceso a prestaciones legales como la seguridad social.
Falta de difusión y capacitación
Bautista explica que a algunas trabajadoras del hogar les descuentan la aportación del salario o les dicen que les van a pagar el salario mínimo si pagan el seguro. “(Los empleadores) tampoco conocen el salario mínimo profesional de las trabajadoras del hogar sino que se basan en el salario general, por lo que ellas prefieren no aceptar”, señala.
El salario mínimo general durante 2022 es de 172 pesos, pero la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (Conasami) señala que el salario mínimo para las trabajadoras del hogar, el cual fue reconocido hasta 2020, es de 187 pesos y para 2023, pasará a 225 pesos con el aumento del 20%.
“El gran reto es cómo convencer a los empleadores que dar seguridad social es formalizar un sector que había sido olvidado, desatendido, con casi nulos derechos, es complicado porque hay que sensibilizar mucho, que se entienda que otorgar seguridad social no es quitarse el privilegio o que ella tenga privilegio, sino reconocer que el trabajo que se hace en su casa es digna de derechos como todas las personas trabajadoras”, sentencia.
La segunda fase de la prueba piloto para afiliación de las Personas Trabajadoras del Hogar simplifica y automatiza el proceso de pago que realiza el empleador, donde basta con indicar los días que se trabaja, el salario diario o mensual para que el sistema realice el cálculo de la cuota patronal a cubrir. Se genera una línea de captura que se debe pagar en los primeros días del mes.
Al estar registradas ante el IMSS, las personas trabajadoras del hogar tienen acceso a los siguientes beneficios:
Atención en casos de enfermedad y maternidad
Riesgos de trabajo
Invalidez y vida
Retiro, cesantía en edad avanzada y vejez
Guarderías y prestaciones sociales
“Falta por parte del gobierno mucha difusión a todas las leyes que han sido aprobadas, que las empleadoras sientan que ha habido un cambio en nuestro país y que las leyes respaldan sus derechos”, señala Bautista.
Por ello, el CACEH busca fortalecer la comunicación y la capacitación a las personas trabajadoras del hogar para que tengan acceso a los derechos que les corresponden y a un trato digno.
Por: Patricio Álvarez.