El ministro Arturo Zaldívar ha presentado su renuncia al puesto de ministro de la Suprema Corte de México con el propósito de continuar contribuyendo a la «transformación» del país. En una carta dirigida al presidente de la República, Zaldívar expresó que sus aportaciones desde su actual posición se han vuelto marginales y que su ciclo en la Corte ha llegado a su fin. Durante sus 14 años en el cargo, Zaldívar ha sido reconocido por impulsar criterios vanguardistas que han marcado un nuevo paradigma constitucional en la defensa de los derechos humanos para todas las personas.
Cercano al presidente Andrés Manuel López Obrador, Zaldívar afirmó su compromiso con la consolidación de un México más justo e igualitario, en el que se priorice el bienestar de los más vulnerables. Su renuncia, a un año de finalizar su periodo de 15 años como ministro, implica que el presidente designará a otro magistrado para ocupar el cargo vacante. Bajo la administración actual, ya se han nombrado a varios magistrados, incluidos Loretta Ortiz, Margarita Ríos Fajat, Yasmín Esquivel y Juan Luis González Alcántara.
Zaldívar, quien asumió su cargo durante el mandato de Felipe Calderón, ha generado especulaciones sobre sus futuras aspiraciones políticas, dada su presencia destacada en redes sociales y su papel en decisiones judiciales que han impactado significativamente en la vida política del país. Algunas de estas decisiones incluyen la despenalización del aborto y del consumo y tenencia de marihuana. Su participación activa en plataformas digitales ha contribuido a su reconocimiento público y a su papel en la divulgación del funcionamiento de la Suprema Corte y las sentencias relevantes emitidas durante su mandato.
El anuncio de su renuncia ha generado un debate sobre su legado en la Corte y sobre sus posibles pasos futuros en la esfera política, dada su trayectoria.
Por: Ingrid Castillo
