Una obra de infraestructura que marcó el desarrollo de México
El 23 de enero de 1907, el presidente Porfirio Díaz inauguró el Tren Transístmico, una obra de infraestructura que marcó el desarrollo de México.
El Tren Transístmico conecta los puertos de Salina Cruz, en Oaxaca, y Coatzacoalcos, en Veracruz. Tiene una longitud de 300 kilómetros y atraviesa el Istmo de Tehuantepec, una estrecha franja de tierra que separa el Golfo de México del Océano Pacífico.
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La construcción del Tren Transístmico fue un proyecto ambicioso y complejo. Se inició en 1876, durante el gobierno de Sebastián Lerdo de Tejada, pero no se concluyó hasta 1907.
La obra fue financiada por el gobierno mexicano y por la Compañía Constructora del Ferrocarril Transístmico, una empresa estadounidense.
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La inauguración del Tren Transístmico fue un acontecimiento importante para México. Se consideró una obra de progreso que contribuiría al desarrollo económico del país.
El Tren Transístmico se utilizó inicialmente para transportar mercancías entre el Pacífico y el Atlántico. Sin embargo, con la apertura del Canal de Panamá en 1914, el tren perdió su importancia comercial.
En la actualidad, el Tren Transístmico se utiliza principalmente para el transporte de pasajeros y de carga ligera, la reinauguración del Tren Transístmico en 2023, por parte del presidente Andrés Manuel López Obrador, es una oportunidad para reactivar esta obra de infraestructura y aprovechar su potencial económico.
El Tren Transístmico tiene el potencial de convertirse en un importante corredor logístico para el comercio entre América del Norte y América Latina. También podría contribuir al desarrollo turístico de la región del Istmo de Tehuantepec.
La reinauguración del Tren Transístmico puede ser una señal de que México está comprometido con el desarrollo de su infraestructura.
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