
Chihuahua, Sonora y Baja California concentran la mayoría de los decesos por esta enfermedad transmitida por vectores como garrapatas y pulgas.
De acuerdo con el último boletín epidemiológico correspondiente a la semana 25 del año, México ha registrado 40 muertes asociadas a la Rickettsia. Chihuahua encabeza la lista con 15 fallecimientos, seguido de Sonora y Baja California, con nueve casos cada uno, hasta el corte del 12 de julio.
La Rickettsia es un género de bacterias que provoca la Rickettsiosis, una enfermedad infecciosa asociada a vectores como pulgas, piojos y garrapatas, comúnmente relacionada con malas condiciones higiénicas. En México se han identificado tres especies relevantes para la salud pública: Rickettsia prowazekii, Rickettsia typhi y Rickettsia rickettsii, esta última causante de la fiebre maculosa de las Montañas Rocosas y la más grave, con una tasa de letalidad de entre el 5 y el 65 por ciento.
La Rickettsia rickettsii es también la más frecuente en el país, con especial presencia en los estados del norte como Baja California, Coahuila, Nuevo León y Sonora.
Los síntomas de la Rickettsiosis incluyen fiebre mayor a 38 grados, dolor de cabeza intenso, malestar muscular, náuseas, vómitos, fatiga severa y erupciones cutáneas de tipo exantema. El periodo de incubación va de 7 a 14 días, siendo más peligrosa cuanto más corto es el tiempo de desarrollo.
El tratamiento más común es con antibióticos como la doxiciclina. Expertos, como la doctora Guadalupe Soto Estrada, de la Facultad de Medicina de la UNAM, recomiendan evitar la automedicación y buscar atención médica inmediata ante síntomas sospechosos. Con un tratamiento adecuado, la recuperación puede darse en dos o tres semanas.
Autoridades sanitarias han reiterado la importancia del cuidado de las mascotas como medida clave para prevenir la enfermedad. El Centro Nacional de Prevención y Control de Enfermedades (Cenaprece) sugiere evitar que perros y gatos deambulen libremente, bañarlos con productos veterinarios cada dos o tres semanas, revisar constantemente la presencia de garrapatas y usar tratamientos antiparasitarios.
La vigilancia epidemiológica y la prevención en el entorno doméstico siguen siendo elementos fundamentales para contener los brotes de esta enfermedad en el país.