Masacre en Tijuana: hombre asesina a cuatro personas tras asegurar que un “ente celestial” le dio la orden

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La ciudad de Tijuana, Baja California, fue escenario de una brutal masacre la mañana del sábado 2 de agosto, cuando un sujeto armado abrió fuego en dos domicilios, asesinando a cuatro personas e hiriendo gravemente a una más. Lo más desconcertante del caso es que, tras su captura, el atacante afirmó que actuó por órdenes de un “ente celestial”.

El multihomicidio ocurrió en la calle Jacaranda, de la colonia Divina Providencia, donde el agresor, identificado como Gerardo “N”, ingresó armado a dos viviendas distintas y disparó contra cinco personas, matando a Rafael “N”, Claudia “N”, Juan Antonio “N” y José Adelino “N”. La quinta víctima, Jonathan “N”, sobrevivió y fue trasladada de emergencia al Hospital General de Tijuana, donde recibe atención médica.

Delirio y violencia: un perfil inquietante

Según el reporte policiaco, al momento de ser arrestado, Gerardo “N” se comportaba de forma errática y repetía una y otra vez que un “ente celestial” le había ordenado asesinar, lo que abre interrogantes sobre su estado mental y las posibles motivaciones detrás del crimen. Fue detenido mientras intentaba agredir a policías estatales con un cuchillo de cocina, provocándose una lesión abdominal en el forcejeo. Por ello, también fue internado en el Hospital General de Tijuana bajo custodia.

El caso ha conmocionado a la comunidad, no solo por la violencia del ataque, sino por el componente delirante y posiblemente psicótico de las declaraciones del atacante, lo que apunta a la necesidad de una evaluación psiquiátrica exhaustiva como parte del proceso judicial.

Un arsenal en manos del asesino

Durante la detención, a Gerardo “N” le fueron asegurados diversos objetos de alto riesgo: una pistola Glock calibre 9 milímetros abastecida con nueve cartuchos, un cargador adicional con once cartuchos útiles, un cuchillo de cocina de 20 centímetros de hoja metálica y un cargador de plástico PMAG con siete cartuchos útiles. Todo el material fue puesto a disposición del Ministerio Público.

Las autoridades continúan las investigaciones para esclarecer si el arma utilizada en el crimen estaba registrada legalmente o fue obtenida de manera ilícita, y si el agresor tenía antecedentes psiquiátricos o penales.

Exigen justicia y atención a salud mental

Vecinos y familiares de las víctimas exigieron a las autoridades una investigación a fondo y el máximo castigo para el responsable, sin importar su estado de salud mental. Aunque algunos testimonios confirman que el sujeto presentaba comportamientos extraños desde hace tiempo, nunca se alertó a ninguna autoridad médica o judicial, lo que también pone en entredicho los mecanismos de prevención de violencia relacionados con enfermedades mentales en el estado.

No puede justificarse este crimen con que escuchaba voces. Cuatro personas están muertas. Queremos justicia”, expresó una vecina que prefirió el anonimato.

Una tragedia que sacude a Tijuana

Este caso se suma a una ola de violencia que sacude Tijuana, una de las ciudades más golpeadas por homicidios dolosos en el país. Sin embargo, la mezcla de delirio místico, armas de fuego y brutalidad extrema convierte esta masacre en un episodio particularmente aterrador que pone el foco sobre el acceso a armas, la salud mental y la capacidad del sistema judicial para responder ante crímenes de esta naturaleza.

Mientras tanto, Gerardo “N” permanece hospitalizado y bajo custodia, a la espera de ser presentado ante un juez. Las autoridades aún no confirman si se le practicará un peritaje psiquiátrico o si será imputado directamente por cuatro homicidios calificados y tentativa de homicidio. La comunidad exige una respuesta clara: ¿cómo alguien así pudo tener acceso a un arma y actuar con total impunidad?

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