
Antonio María Cabrera, sacerdote perteneciente a la congregación Legionarios de Cristo, permanecerá en prisión preventiva tras ser imputado por el delito de violación agravada, luego de que el Ministerio Público de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) presentara datos de prueba suficientes ante el Órgano Jurisdiccional durante la audiencia inicial.
La autoridad judicial del Estado de México, en audiencia celebrada en los Juzgados de Control de Tlalnepantla, determinó imponer esta medida cautelar, mientras se define la situación jurídica del imputado, quien fue detenido el pasado jueves por agentes de la Unidad de Asuntos Policiales Internacionales e Interpol de la FGR, en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM).
La detención de Cabrera se llevó a cabo en cumplimiento de una orden judicial y, tras su captura, fue entregado a la FGJEM, instancia que encabeza la investigación del caso.
Según informes oficiales, el delito que se le imputa al religioso está vinculado a hechos de abuso sexual cometidos en un contexto de confianza, una agravante que endurece la acusación y podría implicar penas más severas. La Fiscalía confirmó que el delito incluye la complementación típica y punibilidad autónoma, como lo establece el Código Penal estatal.
La próxima audiencia está programada para el martes 17 de junio, fecha en que el juez determinará si se vincula o no a proceso al sacerdote.
El caso ha generado atención pública, dado el historial de denuncias contra miembros de la congregación fundada por Marcial Maciel, quien fuera acusado en múltiples ocasiones por abuso sexual y encubrimiento institucional. Ayer, durante el programa Aristegui en Vivo, el periodista Salvador Guerrero Chiprés, quien documentó el caso Maciel, subrayó que Antonio María Cabrera mantenía una cercanía con el fundador de la orden, lo que ha reavivado el debate sobre la rendición de cuentas dentro de organizaciones religiosas.