La trayectoria inesperada del huracán «Otis» ha causado gran preocupación en México, especialmente en los estados del sur y sureste del país. Lo que se anticipaba como una simple tormenta tropical se ha transformado en un huracán de categoría 5, según los últimos informes del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), organismo oficial del Gobierno de México en materia climática.
A medida que el huracán avanza sobre Guerrero, se prevén lluvias de intensidad excepcional, con acumulaciones que podrían superar los 250 mm en tan solo 24 horas. Además de las lluvias, se esperan rachas de viento intensas y oleaje elevado en la región. Este fenómeno meteorológico también ha desencadenado una serie de eventos climáticos en otras partes del país, como la presencia de un canal de baja presión en el sureste, el cual, combinado con la humedad proveniente del Golfo de México y el Mar Caribe, resultará en lluvias significativas en el oriente y sureste del territorio nacional.
Por otro lado, en el norte del país, se espera la formación de lluvias puntuales fuertes, acompañadas de vientos y posibles tolvaneras en los estados del noreste. Existe la posibilidad de la formación de torbellinos en ciertas zonas de Coahuila debido a una combinación de factores climáticos, como la corriente en chorro subtropical y otro canal de baja presión. Estos eventos meteorológicos podrían generar diversas consecuencias, incluyendo descargas eléctricas, caída de granizo, deslaves, encharcamientos e inundaciones.
Además, se pronostica que el clima se mantendrá frío en las zonas serranas del noroeste y norte del país durante la mañana, mientras que las costas experimentarán un ambiente cálido durante la tarde. En algunas zonas del noreste del país y en el norte y suroeste de la Península de Yucatán, se espera que las temperaturas alcancen niveles calurosos.
Se recomienda a la población estar atenta a las actualizaciones y advertencias del SMN y tomar las precauciones necesarias para salvaguardar su seguridad y la de sus propiedades en medio de estos eventos climáticos extremos.
Por: Ingrid Castillo
