
Miami, EE. UU. – El huracán «Erin» se intensificó rápidamente este sábado, alcanzando la categoría 4 en la escala Saffir-Simpson, con vientos máximos sostenidos de 230 kilómetros por hora. A pesar de su fuerza, el Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Estados Unidos informó que el sistema no representa, por ahora, un peligro directo para zonas terrestres.
El centro del ciclón se encuentra a unos 195 kilómetros al noreste de Anguila y avanza en dirección oeste-noroeste a una velocidad de 31 kilómetros por hora. Aunque se prevé una gradual disminución en su velocidad, los expertos pronostican que pasará justo al norte de las Antillas Menores, las Islas Vírgenes y Puerto Rico.
Impactos indirectos y advertencias
Las autoridades han instado a la población de las Antillas Menores, Islas Vírgenes, Puerto Rico, Turcas y Caicos, y el sureste de las Bahamas a seguir de cerca la evolución del huracán. Las bandas exteriores de «Erin» descargarán fuertes lluvias hasta el domingo, con acumulados que podrían causar inundaciones repentinas y deslizamientos de tierra.
Además, el oleaje generado por el huracán afectará a estas mismas regiones durante el fin de semana, y a principios de la próxima semana, alcanzará también a las Bahamas, Bermudas y la costa este de Estados Unidos, provocando resacas peligrosas y corrientes marinas.
Contexto de la temporada de huracanes
La Administración Oceanográfica y Atmosférica Nacional (NOAA) de Estados Unidos confirmó que los vientos de «Erin» han sido verificados por los aviones cazahuracanes. Los meteorólogos esperan que el sistema continúe fortaleciéndose en las próximas horas.
«Erin» es el último sistema en una temporada de huracanes ya activa, que ha visto la formación de tormentas como Andrea, Barry, Chantal y Dexter. La NOAA mantiene su previsión de una temporada ciclónica «superior a lo normal» en el Atlántico, estimando entre 13 y 18 tormentas tropicales, de las cuales entre cinco y nueve podrían convertirse en huracanes. Cabe destacar que la tormenta «Chantal» ya tocó tierra en julio en Carolina del Norte, dejando al menos dos muertos.