El Gobierno federal inició el censo de damnificados por el huracán «Otis» en Acapulco, Guerrero, a cinco días de que el fenómeno natural tocara tierra en ese puerto, dejando 39 muertos y cuantiosos daños materiales.
Las brigadas de trabajadores del Gobierno federal, enviadas desde Tlaxcala, Morelos y Estado de México, están levantando el censo casa por casa, y los afectados deberán informar de los daños y pérdidas de vivienda, servicios y enseres.
Los datos recabados por los servidores de la Nación para construir el padrón de damnificados son capturados en el Tecnológico Nacional de México campus Chilpancingo.
Dificultades para el censo
El levantamiento del censo se realiza en medio del caos que dejó «Otis» en Acapulco y otros municipios guerrerenses, donde la falta de servicios básicos, alimentos y agua potable han derivado en actos de rapiña y hasta asaltos a vehículos que transportan ayuda.
A los damnificados se les pide permanecer en sus casas y tener a la mano una identificación oficial con foto y su CURP.
Sin embargo, estos requerimientos de la Secretaría de Bienestar parecen difíciles de cumplir ante los cientos de casos de quienes ya no tienen casa o no pueden ingresar a ella por los destrozos que causó «Otis» y han perdido hasta lo más elemental.
Padrón de damnificados
El censo incluirá las afectaciones a personas, viviendas, cosechas y comercios derivadas del paso del huracán «Otis».
Las autoridades federales estiman que el número de damnificados por «Otis» en Guerrero podría superar los 100 mil.
Por: Patricio Álvarez.