Emprender para las mujeres en México

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Las encuestas indican que este año terminará con una mujer en la presidencia de México, replanteando el paradigma del poder político que históricamente ha regido el país. 

No obstante, en el ámbito económico no ha sucedido lo mismo, ya que el manejo de las empresas, la ocupación de las vacantes dentro del mercado laboral, el acceso a servicios financieros y hasta la implementación de ideas de negocios siguen siendo cuestiones dominadas por hombres.

Si emprender en México no es fácil, lo es aún menos para las mujeres: 2 de cada 10 empresas han sido fundadas exclusivamente por ellas, individualmente o con socias; casi la mitad de esas ideas de negocio funge como una fuente alternativa de ingresos, ya que existen limitantes estructurales para que la población femenina del país pueda tener un mayor desarrollo empresarial. 

Así lo indica la “Radiografía del emprendimiento en México edición mujeres”, elaborado por la Asociación de Emprendedores de México (ASEM). La titular de la organización, Juana Ramírez, explica que “las mexicanas se enfrentan con situaciones que van desde la cultura del cuidado de hijos, adultos mayores y el hogar, hasta menor acceso a la educación; porque aún hay familias que desean educar sólo a los hombres por razones de género”.

Ante este escenario, Ramírez insiste en apoyar el emprendimiento con enfoque de género, pues para una gran cantidad de mujeres es la herramienta económica más valiosa. Esto visibiliza el hecho de que, a pesar de que los emprendimientos liderados por mujeres facturan una menor cantidad de dinero al tener menos disponibilidad de tiempo para llevar a cabo actividades empresariales, persisten factores como la inseguridad y el menor acceso a financiamiento, los rubros peor evaluados para que una mexicana pueda “levantar la cortina” de su negocio.

Al marginar a las mexicanas del emprendimiento, se desperdicia la creatividad y esfuerzo de más de 64 millones de personas, se perpetúan desventajas económicas que han dado pie a que los hombres tengan un mayor ingreso, más acceso a servicios financieros y mejores condiciones laborales, además de que se clausura la oportunidad de que las mujeres puedan echar a andar un negocio, y de gozar de la libertad financiera que eso puede llegar a implicar.

A decir de Juana Ramírez en consonancia con ONU Mujeres, es urgente la implementación de una estrategia de alcance nacional que pueda proponer acciones para eliminar las brechas que enfrentan las emprendedoras en la gestión de negocios del país; donde sociedad civil, gobierno y clase empresarial puedan comprometerse a trabajar juntos para que ni una sola mexicana pueda verse limitada a la hora de emprender.

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