El Sistema de Monitoreo Atmosférico de la Ciudad de México (SIMAT) ha emitido una alerta debido al humo proveniente de los numerosos incendios forestales que azotan tanto al Estado de México como a la Ciudad de México. La calidad del aire ha alcanzado niveles preocupantes, especialmente en Azcapotzalco y Tlalnepantla, donde se registra una calidad «muy mala» y un riesgo «muy alto» para la salud, según el último informe del SIMAT.
Ante esta situación, se han emitido recomendaciones para proteger la salud de los habitantes afectados. Se insta a evitar actividades físicas moderadas y vigorosas al aire libre, así como a buscar atención médica si se presentan síntomas respiratorios o cardiacos. Además, se exhorta a reducir las actividades físicas vigorosas al aire libre en el resto de la CDMX y la zona conurbada.
Por otro lado, el Centro Nacional de Prevención de Desastres ha recordado la importancia de prevenir los incendios forestales y ha proporcionado una serie de medidas para evitar su propagación, como evitar arrojar basura inflamable, no encender fogatas y extinguir cualquier rescoldo encontrado en terrenos forestales.
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El presidente Andrés Manuel López Obrador informó que aún continúan activos alrededor de 116 incendios en todo el país, con al menos 20 de ellos reportados en el Estado de México. Lamentablemente, estos incendios han cobrado la vida de cuatro personas, incluyendo a un policía, dos brigadistas y un comunero.
Los datos oficiales muestran que hasta la noche del martes, más de 6,252 hectáreas han sido afectadas por el fuego, principalmente en el estado de Hidalgo, al norte de la Ciudad de México. El Estado de México es el territorio con más casos registrados, mientras que Chiapas es el estado con más hectáreas afectadas.
La posible causa de muchos de estos incendios se sospecha que es intencional, seguida de causas desconocidas y actividades agrícolas. El director de Probosque, Alejandro Sánchez Vélez, señaló que este año ha sido el que mayor número de incendios ha registrado el Estado de México, exacerbado por prolongadas sequías.
Según el Sistema de Información Forestal, el promedio anual de incendios desde 1970 hasta 2023 fue de 7,080, con más de 300 mil hectáreas quemadas. El año pasado marcó un récord en superficie incendiada, con más de un millón de hectáreas afectadas.
Información de Reuters
