Ciudad de México, 23 de mayo de 2025 — Diego “N”, exalumno del Instituto Politécnico Nacional (IPN), fue sentenciado a cinco años de prisión por el delito de trata de personas en su modalidad de pornografía infantil, luego de que un juez determinara su responsabilidad por manipular imágenes de sus compañeras con inteligencia artificial para crear contenido sexual que posteriormente vendía.
La organización Justicia Digital IPN, conformada por estudiantes víctimas de violencia sexual digital, informó que la sentencia fue dictada el pasado 21 de mayo, luego de un proceso legal que comenzó a raíz de denuncias por la alteración y comercialización de imágenes íntimas creadas mediante tecnología de IA, sin consentimiento.
El caso, considerado el primero de este tipo en América Latina, generó atención nacional e internacional por el uso de tecnologías emergentes en la comisión de delitos sexuales. En diciembre pasado, las estudiantes afectadas solicitaron el apoyo de la entonces presidenta Claudia Sheinbaum, ante el riesgo de impunidad en un proceso que podría sentar precedentes jurídicos a nivel global.
Diego “N”, egresado de la Escuela Superior de Comercio y Administración (ESCA) del IPN, fue acusado de descargar sin autorización miles de fotografías de sus compañeras para generar deepfakes —imágenes manipuladas para mostrar desnudos falsos— que vendía a través de plataformas digitales. Durante la investigación, la Fiscalía de la Ciudad de México halló más de 160 mil archivos con contenido sexual, incluidos materiales con pornografía infantil, en un dispositivo de su propiedad.
Aunque inicialmente el juez había determinado que no existían pruebas suficientes para una condena, el caso fue reabierto y finalmente se dictó sentencia condenatoria. El imputado permanece en prisión y enfrenta otras acusaciones pendientes dentro de la misma carpeta de investigación, en espera de juicio oral.
Las víctimas y colectivos han señalado la importancia de esta resolución como un paso hacia la justicia en los casos de violencia digital y uso no consentido de tecnologías como la inteligencia artificial para fines sexuales. También subrayaron la necesidad de continuar reformando las leyes para proteger a las mujeres en entornos digitales y castigar este tipo de agresiones con la severidad que ameritan.
