En un gesto de solidaridad con las comunidades migrantes y en rechazo a las políticas antimigratorias implementadas por el gobierno de Estados Unidos, alrededor de 300 personas se manifestaron este sábado en la capital del país, sumándose a las protestas convocadas en más de 2,000 ciudades estadounidenses contra las redadas migratorias promovidas por el presidente Donald Trump.
La movilización inició en la plaza Luis Cabrera, ubicada en la colonia Roma, desde donde los manifestantes marcharon hacia la Embajada de Estados Unidos en México, en avenida Paseo de la Reforma. Portando banderas de México y de EE.UU., los asistentes denunciaron lo que calificaron como una campaña sistemática de persecución y criminalización contra personas migrantes en territorio estadounidense.
Con consignas como “Fuera racismo, fuera Trump” y carteles que decían “Los migrantes no son criminales”, “Hate does not make US great” (“El odio no hace grande a EE.UU.”) y “No kings since 1776” (“No reyes desde 1776”), los participantes exigieron respeto a los derechos humanos de las y los migrantes, así como el cese inmediato de las redadas masivas y la separación de familias.
El evento en la Ciudad de México se realizó en sintonía con el movimiento “No Kings” (“No Reyes”), una jornada de protesta que coincidió con el desfile militar convocado por Trump en Washington D.C., con motivo del 250 aniversario del Ejército de Estados Unidos y que también marcó su cumpleaños número 79. La conmemoración, vista por muchos como una muestra de autoritarismo, desató múltiples movilizaciones en ciudades clave como Nueva York, Chicago, Houston y Los Ángeles.
Frente a la embajada estadounidense, cercada con vallas metálicas, las personas manifestantes colocaron banderas, pancartas y símbolos de rechazo a la figura de Trump, incluidos dibujos de su rostro con coronas tachadas con cruces rojas. Algunas de las pancartas más visibles mostraban leyendas como “Trump must go” (“Trump debe irse”) y frases de tono más crítico como “Happy birthday you f*ing loser**” (“Feliz cumpleaños, perdedor”).
La manifestación en México también contó con la participación de ciudadanos estadounidenses residentes o de visita en el país, quienes expresaron su rechazo a la militarización de la política migratoria en su país de origen. Varios de ellos aseguraron que el endurecimiento de las medidas contra migrantes representa una amenaza no solo para quienes buscan refugio o mejores condiciones de vida, sino también para los valores democráticos de su nación.
En el contexto internacional, la jornada de protestas generó un nuevo episodio de tensión entre México y Estados Unidos, luego de que la secretaria de Seguridad Nacional de EE.UU., Kristi Noem, acusara a la presidenta Claudia Sheinbaum de incitar las manifestaciones en ciudades como Los Ángeles. La mandataria mexicana respondió de manera tajante, calificando las declaraciones como “absolutamente falsas” y reiterando que México no interviene en asuntos internos de otros países, aunque sí mantiene una posición clara a favor de los derechos humanos y de los pueblos migrantes.
Las manifestaciones de este sábado reflejan el creciente descontento de la comunidad internacional y de amplios sectores de la sociedad estadounidense ante la política migratoria de la administración Trump, caracterizada por redadas masivas, detenciones arbitrarias y una narrativa de criminalización hacia las personas que buscan cruzar la frontera sur.
Organizaciones civiles y defensoras de los derechos humanos han advertido que estos operativos no solo atentan contra los derechos fundamentales, sino que también alimentan el odio y la discriminación racial, en un contexto de alta polarización política de cara a las próximas elecciones en Estados Unidos.
