La captura de Ismael ‘El Mayo’ Zambada y Joaquín Guzmán López, hijo del narcotraficante mexicano Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, ha generado preocupación en Ciudad Juárez, Chihuahua, ciudad fronteriza con Estados Unidos. Ambos líderes del Cártel de Sinaloa fueron detenidos el jueves cerca de El Paso, Texas, en un operativo realizado en un pequeño aeródromo cercano. Zambada era uno de los delincuentes más buscados por el Departamento de Justicia de Estados Unidos, que ofrecía una recompensa de 15 millones de dólares por su captura. Esta detención ocurre a tres meses de las elecciones presidenciales en Estados Unidos.
El alcalde del Municipio de Juárez, Cruz Pérez Cuéllar, declaró a la agencia EFE que aunque no se ha registrado ninguna repercusión inmediata en la ciudad, las autoridades deben mantenerse vigilantes ante cualquier posible reacción del crimen organizado. “Tenemos que estar muy atentos, no hemos tenido hasta ahorita alguna información de algún tipo de repercusión en la ciudad en este momento, pero tenemos que estar muy atentos, muy pendientes para ver si se da algún tipo de reacción”, enfatizó el alcalde.
El Secretario de Seguridad Pública del Municipio de Juárez, César Omar Muñoz Morales, también aseguró que no se han observado indicios de violencia en la ciudad tras la captura de los capos. “No vemos alguna reacción en nuestra ciudad, vamos a estar muy atentos”, indicó Muñoz Morales, señalando que aunque el Cártel de Sinaloa no tiene una presencia significativa en la ciudad, sí la tiene en el Valle de Juárez, una zona rural al oriente de la mancha urbana.
El alcalde Pérez Cuéllar aclaró que la detención de Zambada y Guzmán López ocurrió en Santa Teresa, Nuevo México, una pequeña población con aeropuerto propio, ubicada cerca de El Paso y colindante con la zona de San Jerónimo en Ciudad Juárez.
La mañana del viernes, horas después de la detención, cuatro personas fueron asesinadas en un homicidio múltiple en la colonia Aztecas, una de las áreas más conflictivas de la ciudad. Las autoridades locales afirmaron que, por el momento, no hay evidencia que relacione este incidente con la captura de los líderes del Cártel de Sinaloa, pero continuarán en alerta.
Zambada enfrentará en Estados Unidos cargos por tráfico de drogas, tráfico de armas, lavado de dinero, asesinato y secuestro, mientras que Guzmán López será procesado por tráfico de cocaína, fentanilo, heroína y metanfetaminas. La detención de Zambada se produce en un contexto de creciente preocupación en Estados Unidos por el tráfico de fentanilo y el poder de los cárteles mexicanos, temas que han sido clave en el discurso político de cara a las próximas elecciones presidenciales.
