Tras el devastador paso del huracán Otis por Acapulco, cientos de residentes se enfrentan a una lucha desesperada por obtener gasolina y suministros básicos. Las estaciones de combustible de la ciudad han sido escenarios de largas filas y tensiones crecientes, con numerosos ciudadanos llenando garrafas y contenedores para asegurarse de poder movilizarse y obtener provisiones en medio del caos.
Las zonas afectadas, como la carretera Acapulco-México y los bulevares Lázaro Cárdenas y Vicente Guerrero, se han convertido en puntos críticos donde la Guardia Nacional y la Secretaría de Marina han desplegado operativos para evitar saqueos y garantizar un suministro ordenado de combustible. Sin embargo, se han reportado incidentes de vandalismo en algunas estaciones, con personas derribando bombas y apropiándose del carburante en ausencia de energía eléctrica.
La situación de escasez se ha agravado debido al cierre de mercados y supermercados en Acapulco, muchos de los cuales han sufrido saqueos durante el caos desatado por el huracán. Como resultado, los residentes se han visto obligados a buscar suministros y gasolina en ciudades cercanas, como Chilpancingo, donde la demanda ha superado con creces la capacidad de los establecimientos locales.
Mientras la ciudad lucha por restablecer los servicios esenciales, incluyendo la telefonía celular y la energía eléctrica, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha expresado su alivio por el bajo número de víctimas mortales, atribuyendo la situación a la protección divina. Además, se han iniciado esfuerzos para facilitar el traslado de turistas varados a través de un puente aéreo entre Acapulco y la Ciudad de México.
Ante la crisis humanitaria en curso, la Secretaría de Economía ha mantenido conversaciones con representantes empresariales para garantizar el suministro y la estabilidad de los precios de los productos esenciales en la región afectada. Mientras tanto, estados como San Luis Potosí, Chihuahua, Guanajuato y Veracruz han enviado equipos médicos y de rescate para ayudar en las tareas de asistencia y reconstrucción.
En medio de los esfuerzos de recuperación, el país se une en solidaridad para ofrecer apoyo y recursos a Acapulco, una ciudad que lucha por recuperarse de los estragos dejados por el poderoso huracán Otis.
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