
Después de pasar dos décadas en prisión sin sentencia firme, Israel Vallarta ha sido absuelto por la justicia mexicana. Una jueza federal del Estado de México determinó que no existían pruebas suficientes para acreditar su responsabilidad en los delitos de secuestro, delincuencia organizada y posesión de armas de uso exclusivo del Ejército, por lo que dictó sentencia absolutoria en su favor.
La resolución fue emitida por la jueza Mariana Vieyra Valdés, quien concluyó que las pruebas presentadas por el Ministerio Público eran inconsistentes y no bastaban para mantener a Vallarta privado de la libertad. Esta decisión marca el fin de uno de los casos más polémicos en la historia reciente del sistema judicial mexicano.
Israel Vallarta fue arrestado en 2005 junto con la ciudadana francesa Florence Cassez, en un operativo que, más tarde, fue evidenciado como un montaje televisivo. Si bien Cassez fue liberada en 2013 por violaciones al debido proceso, Vallarta permaneció en prisión desde entonces, enfrentando múltiples procesos penales y denunciando tortura.
La confirmación de su liberación fue anunciada por su esposa, Mary Sainz, quien convocó a medios de comunicación, amigos y simpatizantes a acompañarla al penal federal del Altiplano, donde Vallarta se encontraba recluido. “Es un momento que hemos esperado durante años. Israel es inocente y finalmente la justicia le dio la razón”, expresó Sainz en redes sociales.
La salida de Israel Vallarta del penal del Altiplano representa no solo un giro en su caso particular, sino también una llamada de atención sobre las fallas estructurales del sistema de justicia penal en México, en especial sobre la figura del arraigo, la tortura, la fabricación de culpables y la prolongación injustificada de procesos judiciales.
Organizaciones de derechos humanos han seguido el caso durante años y celebraron la resolución, insistiendo en la necesidad de una reparación integral del daño, así como el castigo a quienes participaron en el montaje y las irregularidades del proceso.
Se espera que en las próximas horas Israel Vallarta abandone el penal federal y se reúna con sus familiares, poniendo fin a una historia que marcó profundamente la discusión pública sobre justicia, derechos humanos y legalidad en el país.