¿Un sueño hecho realidad o una estafa? Raquel Martínez, actriz mexicana conocida por su participación en series y redes sociales, ha causado un revuelo en las últimas horas al compartir en su cuenta de X (anteriormente Twitter) una oferta que parece demasiado buena para ser verdad: un Mercedes-Benz AMG A 35 por solo 68 mil 519 pesos mexicanos.
Recuerdan lo q pasó con #cartier???
— Mami Ra (@Ramartinactriz) May 20, 2024
Anoche curioseando carros me
Pasó esto al ver un #mercedesbenz incluso tengo el código qr q me mantiene la oferta por varios meses … @Profeco
Que procede? Deberían venderme el carro a este precio?? pic.twitter.com/05a71b0xYd
El precio original de este modelo de lujo supera los 1.2 millones de pesos, por lo que la publicación de Martínez no tardó en hacerse viral. La actriz incluso compartió una imagen del auto en la página web de Mercedes-Benz México, donde figuraba el precio en cuestión.
Ante tal situación, las dudas no se hicieron esperar. ¿Se trata de un simple error en el sistema de precios de la marca? ¿Es una estrategia publicitaria para generar revuelo? Las redes sociales se han llenado de comentarios que van desde la incredulidad hasta la indignación.
Raquel Martínez, lejos de quedarse quieta, decidió ir más allá y etiquetó a la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) en su publicación, preguntando si Mercedes-Benz está obligado a respetar el precio mostrado. Además, acudió a una concesionaria de la marca para intentar hacer válida la compra, documentando su experiencia en un video compartido en sus redes.
Este incidente no es el único de su tipo. Hace poco, un joven mexicano denunció un caso similar con la marca de lujo Cartier, donde adquirió unos aretes por un precio de 400 pesos cuando su valor real era de 237 mil pesos. En ese caso, Profeco intervino y obligó a la empresa a respetar la compra.
¿Qué pasará con Mercedes-Benz?
Queda por ver si Mercedes-Benz se verá obligado a honrar el precio publicado por error en su página web. La empresa aún no ha emitido ningún comunicado oficial al respecto. Sin embargo, este caso ha generado un gran debate sobre la responsabilidad de las empresas de respetar los precios publicados, incluso si se trata de errores evidentes.