La exposición «CASTS» de la artista danesa Nina Beier en el Museo Tamayo ha generado gran revuelo en las redes sociales, especialmente por la pieza «Tragedy 2011», que utiliza perros de diferentes razas colocados sobre tapetes persas inmóviles, simulando estar muertos.
A solo dos días de su inauguración, el pasado 23 de mayo, las imágenes y videos de los perros en las redes sociales provocaron indignación entre los usuarios, quienes cuestionaron el bienestar animal y los métodos utilizados para que los perros permanezcan quietos durante la performance.
Las redes sociales se han convertido en un hervidero de críticas hacia la exposición. Los internautas cuestionan cómo se logra que los perros permanezcan inmóviles en una posición tan incómoda, con expresiones de aparente incomodidad y estrés.
«Es una clara violación a la Ley de Bienestar Animal de la CDMX», argumenta un usuario en Twitter. «Que un perro muestre tal incomodidad mientras está rodeado de gente extraña no puede ser considerado arte», agrega otro.
Ante la ola de críticas, la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México se apresuró a deslindarse de la organización de la exposición y solicitó al Museo Tamayo el retiro inmediato de la pieza «Tragedy 2011» para evitar vulnerar los derechos de los animales.
El Museo Tamayo, por su parte, emitió un comunicado en el que asegura que el recinto tiene un compromiso con el bienestar animal y que la performance «Tragedy 2011» tiene una duración máxima de 10 minutos. Además, enfatizan que en sus instalaciones los perros siempre son tratados con respeto y dignidad.
A pesar de la solicitud de la Secretaría de Cultura y la postura del Museo Tamayo, el debate sobre la ética y el bienestar animal en este tipo de expresiones artísticas continúa en las redes sociales.
La controversia pone de relieve la necesidad de establecer límites claros y mecanismos de control para garantizar el bienestar animal en eventos culturales y artísticos, especialmente cuando se utilizan animales como parte de la performance.
