¿Sueñas con una propiedad de 4000 pies cuadrados sin puertas, ventanas ni plomería? ¡Kanye West (ahora conocido como Ye) tiene la oferta perfecta para ti! Bueno, tal vez no tan perfecta.
Resulta que vender una casa sin ventanas, electricidad o plomería por 50 millones de dólares no es tarea fácil, como lo ha descubierto Kanye West. Según informa Forbes, West ha reducido el precio de venta de su mansión de 4000 pies cuadrados en Malibú de 53 millones de dólares a 39 millones de dólares, tras no lograr vender la propiedad en ruinas.
West compró originalmente la casa diseñada por Tadao Ando en 2021 por la friolera de 57,3 millones de dólares al diseñador de bicicletas Richard Sachs. Después de la adquisición, procedió a destruir todos los accesorios y muebles existentes, incluyendo la eliminación de ventanas y puertas. Al año siguiente, West contrató contratistas y comenzó a preparar lo que parecían ser renovaciones sustanciales. Sin embargo, al cabo de un año, la construcción se detuvo, dejando partes de la estructura completamente expuestas a los elementos. Según los informes, ni West ni sus contratistas han sido vistos en la propiedad desde entonces.
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Los problemas de West con su mansión de Malibú van más allá de su incapacidad para completar las renovaciones o venderla. En septiembre de 2023, Tony Saxton, un contratista que trabajó en la casa, demandó a West por pésimas condiciones de trabajo, alegando que lo obligaron a trabajar 16 horas al día y dormir en el piso de la casa parcialmente demolida. Saxton afirma que finalmente fue despedido después de expresar su preocupación por el sistema eléctrico planeado para la propiedad, y agrega que todavía se le debe más de $1 millón en compensación. La demanda ha resultado en la imposición de un gravamen sobre la casa, lo que significa que no se puede vender legalmente sin que el comprador salde las deudas pendientes con Saxton.
El futuro de la mansión de Malibú de Kanye West sigue siendo incierto. Con su estado actual en ruinas, un precio de venta aún elevado y problemas legales pendientes, encontrar un comprador dispuesto a asumir el desafío parece una tarea titánica.