*El pozole es junto a los chiles en nogada, uno de los platillos más degustados durante el mes de septiembre.
El pozole está hecho a base de maíz cacahuacintle, carne de cerdo en su mayoría, y es acompañado por lechuga, rábano, cebolla, chile y orégano, además de otras variaciones según la región. Sin embargo, hay que remontarse al México prehispánico para encontrar el antecedente del pozole actual, platillo que era cocinado de una manera un tanto diferente. La carne que utilizaban era de seres humanos. ¡Sí! como lo leíste, en aquel entonces, preparar este platillo formaba parte de rituales que se hacían en ceremonias como ofrendas a los dioses -se cree que a Xipe Tótec, señor de la fertilidad y la regeneración del maíz y la guerra-, aunque siguiendo una receta mucho más simple que la actual.
Yolanda García González, doctora en Historia y especialista en la alimentación de los siglos XVI y XVII en México declaró que la receta era básicamente maíz, agua y un pedazo de pierna o muslo. En aquellos tiempos, a este guiso le llamaban tlacatlaolli, que en náhuatl significa «maíz de hombre».
Se llevaba a cabo un ritual, con el cual, se celebraba el sacrificio de la persona que formaría parte de este pozole prehispánico, se dice que, los sacerdotes abrían el pecho del hombre que era sacrificado y le extraían el corazón para ofrecerlo a sus Dioses.
Sin embargo, eso quedó en el pasado, y el pozole que hoy comemos, es un platillo muy popular en México, en su momento era un auténtico manjar reservado únicamente a los más altos estratos sociales encabezados por el emperador (o tlatoani), al día de hoy, es un platillo típico que la mayoría de los mexicanos amamos.
El pozole se ha vuelto poro tradición, uno de los platillos más degustados no solo durante las fiestas patrias, sino todo el año, además, existen diferentes formas de prepararlo.
Si bien es cierto que la receta tradicional el pozole es blanco y va acompañado de carne de cerdo, actualmente también existe el pozole rojo, muy característico por ejemplo en zonas como Guerrero y el cual se acompaña de chicharrón y queso.
El pozole verde también es una variación de este tradicional platillo y al parecer, las distintas maneras de prepararlo, han hecho que se convierta en uno de los manjares favoritos de los mexicanos.
